JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 9 de Junio de 2013

Errores de comunicación a diestra y siniestra

 

Aún quedan los recursos que Gustavo Petro tiene a su disposición de acuerdo con la ley, pero el aval de las firmas para la revocatoria emitido por la Registraduría Nacional deja a Petro en una situación bastante incómoda. No era necesario que saliera a trinar que las firmas recolectadas, según su revisión, no eran válidas. Menos a dos días de la certificación, porque deja en el aire un sabor de enfrentamiento con las instituciones, las mismas que él repite como un loro que deben defenderse para hablar de su desempeño como alcalde.

La revocatoria ha resultado para Petro un dolor de cabeza mayúsculo, más que por el proceso en sí, porque ha dejado en evidencia los problemas de comunicación de la administración.

Decir que una herramienta propuesta dentro de la Constitución Nacional es una simple manipulación de las mafias del cartel de la contratación fue el inicio de una guerra que Petro va a terminar perdiendo. A los ojos de los ciudadanos del común se convirtió en una pataleta de ahogado, porque terminó igualando a los ciudadanos de a pie que están cansados del rumbo de la ciudad con los mafiosos que se han robado el impuesto de todos. Pero además salió acusando a sus opositores, como si fuese el único que tiene la verdad de la vida, como si fuese mejor que los ocho millones de bogotanos que vivimos en esta ciudad.

Y lo peor es que con los procesos que deben llevarse a cabo para lograr la revocatoria de un alcalde, a la larga el simple llamado a la misma termina siendo un camino para el fortalecimiento de la administración, con un par de salidas razonables a contar lo que se hace. Pero él terminó haciendo lo contrario para concluir enfrentándose a los ciudadanos que nunca votaron por él, como si ellos fuesen los culpables de la situación actual de su imagen.

El ganador termina siendo Gómez, porque ahora un montón de oportunistas empezarán a colgarse al bus en el que nadie creía. Perderá el protagonismo, pero será el promotor, el que pudo lograr recoger las firmas. Y el Alcalde tendrá que defenderse ahora sí de veras, perdiendo el foco en una administración que parecía aún no haberse encontrado del todo. Lo único que queda por decir es que con todo lo que ha hecho, Gustavo Petro dio pie para ser el primer alcalde revocado en Colombia.

@juandbecerra