A finales de marzo en este mismo espacio publiqué una columna que se tituló: Petro debería imitar a Macron (https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/03-26-2023-petro-deberia-imitar-macron). Como es habitual cuando alguien se atreve a hablar de la necesidad de subir la edad de jubilación en Colombia, me cayeron rayos y centellas. Hoy después de conocer los datos de natalidad entregados por el DANE la semana pasada, en donde se evidencia que en el 2022 el país registró la menor cantidad de nacimientos en los últimos diez años, me reitero: ¡hay que subir la edad de jubilación en Colombia!
En la legislatura que acaba de terminar, el gobierno logró que se aprobará en primer debate uno de sus proyectos más importantes: la reforma pensional. Con un texto de 94 artículos y un sistema de pilares como base, imitando al francés, sigue vivo uno de los proyectos que hacen parte de la propuesta estructural de cambio que plantea Gustavo Petro. Por eso, a pesar de que el ambiente en el legislativo no es el mejor para las iniciativas gubernamentales en estos momentos, Ejecutivo y Congreso deberían hacer un acuerdo a la luz de los datos entregados por el DANE y aumentar la edad de jubilación para hacer frente a los desafíos demográficos y financieros que se le vienen al sistema pensional.
A principios de este año, cuando era ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, se puso sobre la mesa esta discusión por cuenta de la tendencia de la población colombiana a envejecerse. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro dijo en su cuenta de Twitter que primero renunciaba antes de hacerlo. Entendible respuesta, puesto que atreverse como lo hizo el presidente francés, Emmanuel Macron, requiere valentía y estar dispuesto a sacrificar un importante capital político.
Tal vez después de su visita a Francia de los últimos días y de su reunión con el líder galo, Petro cambie de opinión y reconozca que, así como estamos imitando su sistema de pilares, también deberíamos hacerlo con el aumento de la edad de pensión. Los argumentos están ahí, somos unos de los países con un mayor descenso en su tasa de natalidad, nuestra pirámide poblacional se está invirtiendo cada vez más rápido y llegar a la situación actual del país europeo nos tomará menos tiempo de lo que el presidente imagina.
Es una oportunidad única la que tienen el Congreso y el gobierno actual. Aprovechar que la caja de pandora está abierta y lograr un acuerdo como el que materializó recientemente Uruguay, en donde subió la edad de pensión de los 60 a los 65 años. La mayoría de los sectores políticos en ese país entendieron que más allá de una discusión ideológica esta es una cuestión de supervivencia financiera y de solidaridad con las futuras generaciones.
Tenemos que aceptarlo: En Colombia cada vez se vive más, cada vez hay más viejos y cada vez hay menos nacimientos. Por eso, si no se queremos condenar a nuestros hijos y nietos a pagar un sistema pensional del que ellos no podrán disfrutar tenemos que actuar ya.