UBER no tiene taxis, es una plataforma virtual a la cual se asocian personas cumpliendo ciertos requisitos y estableciendo horarios para prestar el servicio de transporte. Igual sucede en el caso de entrega de productos, son numerosas las páginas en internet de instituciones que conforman la economía Gig, nombre adoptado hace años por músicos de jazz para cobrar cada presentación, existe la posibilidad de ganar dinero extra. Así operan Rappi, Airbnb y Amazon Flex, Cabif, que impactan esquemas de trabajo en distintas industrias. Si alguien quiere, por ejemplo, alquilar a turistas una habitación resulta factible concretar la operación a través de la red, lo cual disgusta a hoteleros y a gremios.
La ubicuidad del internet y de los teléfonos inteligentes permite asignar encargos de forma automática e intercambio de bienes y servicios. El modelo se basa en la manifestación de ofertas, en la realización de labores esporádicas con el uso de tecnologías de la información, sin contrato se salta de un empleo a otro a cambio de una remuneración de la cual se descuenta porcentaje prefijado.
Desde hace diez años la economía Gig apareció, la relación es virtual, las cuentas de los trabajos no ingresan a la contabilidad de las naciones, el pago de impuestos sigue en veremos, los prestadores de servicios carecen de vacaciones, cesantías y seguridad social. En Estados Unidos se han aplicado sanciones a varias plataformas, entre ellas a Uber, la primera en crearse, que funciona en numerosas ciudades del mundo, por infringir la legislación laboral.
¿Pueden los gobiernos regular la economía Gig, hasta dónde es factible precisar la responsabilidad civil, comercial y penal de las plataformas? Forbes estima que el cincuenta por ciento de la fuerza laboral norteamericana será colaborativo, la pandemia fragmenta el empleo y complica la economía mundial, las opiniones respecto del funcionamiento de este tipo de plataformas son controversiales, proliferan argumentos a favor y en contra. No todas son iguales, el análisis debe adelantarse de forma positiva. ¿Estamos preparados para encuadrar el sistema?