Si fuera la patria como una madre cariñosa que da abrigo y sustento a sus hijos, si se les diera tierras y herramientas para sembrar, nadie abandonaría su patria para ir a mendigar el pan a otros países en donde se les desprecia y se les humilla.
Librado Rivera
SIN alarmismos, pero con conciencia plena de lo que está pasando, miremos el acontecer de nuestra patria, que no pasa por uno de sus mejores momentos y mi percepción, es que tiene a empeorar.
No hay quien, no veo en el horizonte un líder, una agrupación, un partido, que tome la bandera de la restauración nacional y emprenda una gran cruzada por la reconciliación, por la reorganización, por la toma de conciencia nacional y haga renacer el amor patrio.
Cuando este amor por nuestra tierra exista, pasará por encima de los egos y los intereses personalistas, que tanto están aflorando en estos momentos.
Todos sin excepción, mueven únicamente lo personal, llenos de odios y envidias y no se dan cuenta del gran daño que están haciendo al país y a sus habitantes.
Hemos visto y oído por estos días cosas tan ridículas y extravagantes, como el enorme escandalo porque unos representantes internacionales habían bailado con los nuevos ciudadanos que se están incorporando a la vida nacional. Todos los días se están dando golpes de pecho por el proceso de paz, cuando han tenido los escenarios posibles para expresar sus puntos de vista y siguen martillando sobre lo mismo. Acepten por favor que ese ya es un hecho y permitan que el país siga por ese sendero armonioso y sublime que es la paz.
Bienvenidas las críticas sobre que habrá algo de impunidad. Habrá perdón más no olvido, pero es imperativa la reconciliación. Aceptemos esta hermosa realidad: la paz. Nosotros los jóvenes recibiremos una patria en paz y tenemos que defender ese gran legado.
Todos los gobiernos intentaron la paz y la logró el actual presidente Santos, que no es propiamente santo de mi devoción, pero la hizo, la logró y eso hay que reconocérselo. Ahora entre todos no solo debemos lograr la pacificación, sino defenderla a capa y espada. El que quiera la guerra que se vaya a pelear con el Presidente Trump. Finalizo con una frase de Juan Pablo Duarte: “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria”.