

Nada mas absurdo e impropio que la propuesta del presidente Petro al Congreso de legalizar ampliamente el cultivo de cannabis y coca para fines medicinales. Pues si bien es cierto que ambas plantas sirven para usos paliativos, no son productos esenciales para curación de enfermedades, son lenitivos. La Ley 906 ya permite limitadamente la producción, circulación, transporte, comercialización, consumo, investigación, industrialización y promoción de la coca en su estado natural.
Pero veamos esto: la coca es utilizada en algunos casos como analgésico, antiviral y anestésico entre otras. El cannabis lo usan en aceite y pomadas para dolores musculares y articulares, también como anestésico y auxiliar para algunas patologías, pero la verdad es que su uso es mínimo en la medicina convencional.
El gran riesgo de ser aprobada en amplitud esa propuesta es que mientras ambas plantas se cree que serían utilizadas únicamente para fines medicinales, los enormes cultivos existentes y los que se vendrían, se direccionarían para los usos psicotrópicos negativos a la persona, como la cocaína y la marihuana, aunque la propuesta de Petro también incluye aprobar el uso recreativo de la marihuana y en ese orden de ideas, el control de los cultivos ya existentes con 300 mil hectáreas de coca y unas 60 mil de marihuana, una mínima parte iría para usos terapéuticos y la gran mayoría sería para alimentar al narcotráfico, además que al legalizar dichos cultivos, se extendería la producción exponencialmente, incrementando la cocaína y marihuana, pues la hoja de coca y el cannabis en sus grandes volúmenes sería adquirida por los carteles de la droga, mientras lo que comprarían los laboratorios seria mínimo.
Ahora bien, al autorizar el uso de la marihuana para adultos, el libre comercio ya legalizado y el otro comercio clandestino influiría potencialmente, promoviéndolo en las personas, especialmente en menores. Flaco favor que tendría esa propuesta de ser aprobada, cosa que creo el Congreso colombiano no lo haría. Solo en la cabeza y el compromiso del primer mandatario existe esta idea, pues al parecer él tiene gran familiaridad y uso con esas plantas y productos derivados.
Colombia es el país mas señalado en el mundo como epicentro del narcotráfico, tanto por la enorme extensión de tierras en su producción, en los carteles que históricamente han existido y siguen existiendo, pero ahora en mayor volumen que épocas pretéritas. La diferencia entre el siglo pasado y el presente, es que antes existían unos carteles de narcos que dominaban el comercio de las drogas, ahora los grupos alzados en armas tomaron el mismo camino, abriéndole las puertas a los grandes carteles mexicanos y de otros países, sumado a lo anterior los grupos criminales como el Clan del Golfo, las disidencias, las mismas Farc, el Eln, Epl, el Estado Mayor, Los Caparros, Los Comandos de la Frontera, las AUC, Las Águilas Negras, El Tren de Aragua, Erpac, Segunda Marquetalia y muchos otros de menor calado, aunque también operan El Cartel de Los Soles de origen venezolano y los mexicanos como El Cartel de Sinaloa, El Cartel de Jalisco, El Cartel de Juárez y El Cartel de Tijuana entre otros de menor tamaño.
Bajo esta terrible figura, es solo imaginarnos que, al darle legalización abierta en Colombia a los cultivos de coca y cannabis, así como el ejemplo de legalizar el consumo de marihuana, nuestro país quedaría como el paraíso de las drogas, motivando a muchos emprendedores a seguir ese camino, dado el auge e incremento en la producción y el consumo.
No nos equivoquemos que el uso del cannabis y la coca para fines medicinales, jamás superará el consumo recreativo de los psicotrópicos y solo servirá para degenerar a nuestro pueblo, principalmente la niñez y juventud a cambiar las iniciativas sanas por las adictivas.
Esta propuesta del presidente solo cabe en su cabeza, en su ánimo y en su experiencia, pues recordemos que él afirmó que la cocaína no es nociva a la salud y hace menos daño que el whisky, solo quien lo usa lo recomienda.