Lionel Moreno Guerrero | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Febrero de 2016

ENSILLANDO ANTES DE…

Festividades en Washington

“A Pastrana ni siquiera lo invitaron a la embajada”

 

En  la celebración que el presidente Obama organizó en Washington para, se dijo, conmemorar los 15 años del Plan Colombia hay dos aspectos importantes: el apoyo de los Estados Unidos a lo que se acuerde en Cuba y el tratamiento al expresidente Pastrana. En cuanto a lo primero, la reunión se planteó, en realidad, no solo como un reconocimiento a los logros del Plan Colombia, sino también como un apoyo a los acuerdos del gobierno colombiano con las Farc. En adelante se llamaría Plan Paz Colombia. Por lo anterior el expresidente Uribe declinó la invitación y, posiblemente, por idénticas razones, se excusaron también los expresidentes estadounidenses Clinton y Bush.

 

Al leer los titulares de la prensa colombiana parecería, a primera vista, que el respaldo de Washington a las negociaciones de Cuba era incondicional, pero leyendo con más cuidado, las conclusiones son otras. Encontramos que el gobierno colombiano dice no haber mencionado la posible exclusión de las Farc de la lista de organizaciones terroristas, tan solicitada por los guerrilleros, ni una repatriación de Ricardo Palmera a. “Simón Trinidad” (para que aquí lo amnistíen). Al menos a fines de enero Santos había pedido que las excluyeran de la lista de entidades terroristas, a lo que Washington respondió, por boca de Bernie Aronson, que primero había que cumplir varias condiciones y tal vez por esto no insistió.

 

 Probablemente más importante, el Secretario de Estado, John Kerry, le dijo directamente a nuestro presidente que en el conflicto colombiano “Se cometieron terribles abusos de derechos humanos no sólo por parte de los grupos rebeldes, sino también por actores estatales (...) tiene que haber rendición de cuentas. La paz se basa en algo sólido y tenemos que mantener el imperio de la ley.”

 

El senador demócrata Patrick Leahy, no conocido como conservador y de gran influencia en los medios “liberales” lo dijo muy claro en un comunicado: “No puede haber una situación en donde usted pueda cometer crímenes de guerra, disculparse y no sufrir una privación real de la libertad”. Una resolución bipartidista en el Senado americano condiciona el apoyo a que se contemplen castigos adecuados para los responsables de graves violaciones a los derechos humanos. Y no olvidemos que la opinión de Human Rights Watch pesa mucho en el congreso estadounidense. Está entonces manifiesto que los Estados Unidos no aceptarán que la llamada Jurisdicción Especial para la Paz se convierta en una “piñata de impunidad”.

 

En cuanto al expresidente Pastrana, no le resultó favorable el riesgo político que asumió al asistir. No le dieron la oportunidad de hablar, no lo mostraron en las fotos, sino que, desaire máximo, ni siquiera fue invitado al agasajo que ofreció con esta ocasión el gobierno colombiano en la embajada.