Lorena Rubiano Fajardo | El Nuevo Siglo
Lunes, 11 de Mayo de 2015

Utopía lasallista

Epígrafe

“La utopía es pensar y anhelar algo que parece imposible algo digno de la condición de los hombres. Ponerse a trabajar, marginalmente en la utopía, pero tomando las precauciones para que nunca se cumpla del todo”.

Ramón Carrillo

SE  dice que “del dicho al hecho hay gran trecho” y ahí es donde aparece la detestable demagogia, llena de patrañas, obstáculos y ofertas imposibles de cumplir. Hay que tener proyectos realistas para ir superando la crisis social y para separar a los jóvenes del conflicto armado, dándoles nuevas y certeras oportunidades educativas y económicas.

Por eso, pongo como ejemplo la labor  beneficiosa para los jóvenes del campo, abatidos y apaleados  por la violencia, como es el proyecto muy bien denominado  “Utopía” que la Universidad de la Salle desarrolla como “un concepto único que integra la generación de oportunidades educativas y productivas para jóvenes de sectores rurales, de escasos recursos económicos y que han sido afectados por la violencia”.

El proyecto “convierte a los jóvenes  en líderes capaces de lograr la transformación social, política y productiva del país y dar un aporte significativo y novedoso para reinventar la Colombia agrícola y lograr la reconversión agropecuaria sustentable a través de la investigación participativa y la transferencia de nuevas tecnologías”.

Ese sí es un verdadero laboratorio de paz, que lleva 5 años operando, en el Casanare, digno de ser incluido en el Plan Nacional de Desarrollo, para llevarlo a cada departamento y municipio afectados por la violenciaEn vez de gastar millones de dólares trayendo personajes como Tonny Blair, Kofi Annan o Bill Clinton, que nada o poco aportan al proceso, deberíamos asignárselos a estas iniciativas.

Ese sí es un aporte real e inteligente a la pacificación del  país, porque una cosa es firmar la paz y otra desarrollar proyectos para el posconflicto.

Con este plan  de convivencia pacífica de jóvenes son localizados en sus propias zonas influidas por los actores del conflicto, se ha logrado un gran cambio de vida, poniéndolos a mirar “hacia el futuro con esperanza y no hacia el pasado con odio”. 

El gran propósito “Utopía” está compuesto por cinco grandes componentes: “el Programa de Ingeniería Agronómica, el Centro Lasallista de Investigaciones Agrícolas y Ganaderas, el Programa de Formación para el Liderazgo Social, el Componente Laboratorio de Paz y el de Empresarización del Campo.

Infortunadamente nuestro país se está polarizando, se está dividiendo y llenando de sombras que impiden ver la realidad, para  buscar unidos senderos de solución.

lorenarubianof@gmail.com