En Norte América, al Sur de Canadá, pasamos a la gran potencia mundial, Estados Unidos de América (USA), de reciente conformación al lado de los viejos continentes Asia y África. Es hoy (2023), gran potencia en lo económico, en exploraciones espaciales, en potencia bélica, con mediana cultura espiritual.
Los primeros habitantes de EE. UU habrían venido desde Canadá, y allá desde Europa, y antes de África o Asia. En mis primeras reflexiones, “Sueños Navideños”, que dieron origen a estas escalonadas entregas, que he titulado “Luces y Sombras” me detuve en lo relacionado con EE. UU por ser país explorador del espacio que nos rodea, en origen de la humanidad, con acercamiento, también, al “homo sapiens”, de que hablan científicos. A raíz de este tema de tan importante reflexión sobre posible o no evolucionismo en esto de la presencia humana en medio de la creación, colocadas ante la ciencia y las posiciones de la Iglesia al respecto.
Sobre tan importante tema mencionado esta la postura, a través de los siglos en la Iglesia, no con condenas, pero sí enjuiciamientos como el de Galileo, e interrogantes, últimamente al jesuita francés Teilhard de Chardin, muerto en USA (1881-1955). Es de constatar que había aceptación de evolucionismo dirigido por un Dios creador, indispensable al momento de la presencia del alma espiritual. Teilhard fue vetado por enseñar, pero nunca condenado. Es de tener presente que la Biblia presenta la creación de los humanos en forma alegórica, reclamando la presencia de Dios creador en momentos determinantes, como de los humanos (Gen.1,26-31).
Afirma Teilhard que Dios es “inminente” y la evolución la impulsa desde dentro y es “trascendente y centro de la cosmogénesis, con “androgénesis” final, con rechazo de una interpretación materialista del cosmos. Por la fe cristiana, afirma, se llega a encontrar el “punto omega” de la creación, y, por la “cosmogénesis y antrogénesis”, llegar, al final, a la “Cristo-génesis”, o “proceso en que todo el universo se convierte en el cuerpo cósmico de Cristo”. El Papa XII y los Superiores Jesuitas probaron su obediencia de Chardin, separándolo de la catedra universitaria, pero sin condenar su pensamiento.
Más tarde, el propio Pio XII, lanzaría su Encíclica “Humani Generis” (1950), en prudente apertura hacia el evolucionismo, y Benedicto XVI no refutó las presentaciones de jesuita. Y el Papa Francisco, en saludo dominical del 27-07-2017, defendió la mesurada presentación de la evolución, y el Big-Bag en la creación, con rechazo de la presentación en “Dios como un mago”. Afirmó este Papa: “Dios creó al ser humano y le permitió desarrollarse, de acuerdo con sus propias leyes internas de las que lo dotó”. El Papa Juan Pablo II llegó a pedir perdón a Darwin, gran propulsor de evolucionismo, por el no sereno trato recibido de la Iglesia y explicó aspectos en los que sería aceptable su pensamiento.
Muy conocidos en la historia EE. UU, los avances científicos económicos y bélicos, con personas de la talla de Washington, Eisenhower, y Kennedy. Grandes aportes, pero, también, lamentables atropellos. Hay hoy en USA 194 circuncisiones eclesiásticas católicas, con 62.000.000 de fieles, 18.7% de habitantes, 4º. puesto en el hemisferio (Continuará).
*Obispo Emérito de Garzón
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