LUIS CARLOS PEÑA MOSQUERA | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Septiembre de 2013

Regalos fatales

 

Nuestro alcalde mayor, Gustavo Petro, ha logrado enfrentar a los bogotanos entre ricos y pobres. En sólo dos años ha sido un verdadero benefactor de las clases menos favorecidas, a los estratos 1 y 2 les rebajó el servicio del agua, les ofrece gobernar solo para ellos. Pronuncia discursos incendiarios, afirma que a la oligarquía no le gusta que se  mejore la calidad de vida de los pobres, que se va a realizar un fraude en la revocatoria de su mandato, que no quiere que se repita un 19 de abril, etc. Nos ofreció Metro, anunciando contratación de un estudio para su ejecución. A muchos se les olvida que desde el gobierno de Virgilio Barco todos los alcaldes han invertido millonarias sumas en estudios, y hoy día nada de nada.

A cualquier ciudadano que viva en el norte o en el sur el mayor regalo sería no pagar impuestos, tener vivienda gratis, obtener rebajas en los pasajes de transporte público, servicio de energía y acueducto a costos muy bajos. Esto lo aplaudimos y nos alegramos de este gran siervo de Dios que por fin hace algo por los humildes ciudadanos. Sin embargo, hay que tener en cuenta las advertencias de la veedora distrital, Adriana Córdoba, en el sentido de que toda inversión que se haga debe estar suficientemente estudiada y planeada. No se puede improvisar.

Si miramos esta actitud populista de nuestro Alcalde Mayor, tanto regalo traerá consecuencias graves para la situación financiera de la capital. Mientras que el alcalde Jaime Castro con una administración austera dejó saneadas las finanzas distritales arriesgando su prestigio popular, hoy Petro gana popularidad llevando a la urbe a la más absoluta pobreza sin que los bogotanos nos demos cuenta. Nuestro Alcalde le está implorando al Concejo Distrital le apruebe cuanto antes más endeudamiento para poder hacer obras. ¿Quién pagará? ¿Y qué tal el POT por decreto?

Estos regalos los cobrarán con altos intereses los organismos internacionales que han facilitado créditos para la realización de las obras, intereses que pagaremos todos los bogotanos ricos y pobres, con impuestos y más impuestos. Impuestos que no  pagará Gustavo Petro, pues su alcaldía habrá  terminado; para esas épocas se encontrará disfrutando de otras primaveras en Francia, o en Acapulco, en cualquier parte del mundo menos en Colombia.

Así comenzó Chávez en Venezuela regalando y regalando para ganar adeptos. Hoy Venezuela sufre una gran crisis económica, con una inflación superior al 25%, los artículos de primera necesidad son escasos. Por eso los venezolanos imploran a gritos  papel higiénico para secar sus lágrimas por haber creído en tanto cuento chino.