MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Miércoles, 27 de Noviembre de 2013

Es urgente

 

Es urgente que el presidente Juan Manuel Santos analice y actúe sobre lo expresado por la excanciller Noemí Sanín Posada y el exviceministro de Justicia, Miguel Ceballos Arévalo, en la carta abierta que estos le enviaron el 19 de noviembre.

En dicha misiva Sanín y Ceballos plantean por qué Colombia, antes del 13 de diciembre, debe solicitar a la Corte Internacional de Justicia la revisión del fallo que adjudica a Nicaragua 75 mil millas de plataforma marina colombiana. Para recomendar tal revisión se basan en que existe “un hecho nuevo”, el cual la Corte desconocía en el momento del fallo. Hecho el cual, asegura la excanciller y el exviceministro, fue ocultado intencionalmente por el Gobierno de Nicaragua a la Corte y el cual también ignoraba la defensa de Colombia.

 Se refieren a la firma de un acuerdo “secreto y confidencial” 19 días antes del fallo de la Corte Internacional, entre Nicaragua y empresarios chinos, para construir un canal interoceánico.

En tal contrato, de acuerdo con Sanín y Ceballos, “el Gobierno de Nicaragua entrega sus océanos y espacio aéreo en concesión por 50 años, prorrogable automáticamente por otros 50 años, no obstante que los límites territoriales y marítimos tanto de Colombia como de Nicaragua, para la fecha estaban en discusión”.

No se debe ignorar o descartar esta misiva urgente de Noemí Sanín, su experiencia como ministra de comunicaciones, destacadísima canciller, que logró para Colombia la Secretaría General de la OEA, exitosa diplomática en las más importantes embajadas de Colombia, fogueada y experimentada abogada, partícipe en anteriores negociaciones de paz y dos veces candidata a la Presidencia de Colombia, amerita que su opinión sea tomada muy en serio.

No convence para nada la tibia respuesta de la presente canciller, María Ángela Holguín, quien dice que el equipo de abogados de Colombia ha descartado o no encuentra mérito en el ocultamiento de Nicaragua de la información ya mencionada.

Hasta ahora la actuación de Holguín ha sido errática, confusa y floja. Su respuesta es siempre “que no desea crear un conflicto con Nicaragua”. Señora Canciller, nadie desea crear un conflicto con Nicaragua, lo que el país demanda es que se defienda la integridad de sus frontera. Sin cobardía y con la razón.

Me parece que el Gobierno pretende acallar las voces de los isleños de San Andrés y Providencia, que demandan la defensa de las aguas que rodean su archipiélago, prometiéndoles millones en inversiones, o sea repartiéndoles “mermelada”. Algo en lo que este Gobierno es experto. 

Señores isleños, ¡no se dejen engañar! Exijan la defensa de sus aguas a la par con los millones ofrecidos para el desarrollo del archipiélago.

Cualquiera diría que el presidente Santos teme molestar a Cuba y Venezuela, aliados y grandes amigos de Nicaragua, ya que estos son garantes de las negociaciones de paz que se llevan a cabo en La Habana. Sería una vergüenza que, por no contrariar a Cuba, Venezuela y las Farc, quienes se han mostrado tan complacidas con el triunfo de Nicaragua en la Corte, Santos no aproveche todas las oportunidades posibles de oponerse a dicho fallo. Colombia no perdonará tal traición.