María Clara Ospina | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Febrero de 2015

¡Peligro inminente!

 

Los degollamientos de rehenes catalogados como “enemigos del Estado Islámico”, filmados y presentados ante los medios del mundo, uno a uno, diríamos con gotero, idénticamente ambientados con estudiado y pulido libreto, al estilo de una obra de teatro macabra que se repite y repite para causar mayor impacto, tienen como objetivo crear terror, atraer extremistas a sus filas y dar a conocer al mundo el poder que los yihadistas de Isis pretenden tener.

Hemos visto siempre en un desierto a hombres de diferente origen vestidos con uniformes naranja de prisioneros, arrodillados al lado de hombres completamente vestidos de negro que, con la mayor tranquilidad, los degüellan con una estudiada y aterradora lentitud, luego de leer una sentencia que los condena por infieles y enemigos del Islam.

Para Isis, estos asesinatos cargados de sevicia, al igual que la atroz forma como el piloto jordano, otro de sus rehenes, fue quemado vivo encerrado en una jaula mientras todo era filmado, se han convertido en una brillante estrategia. Una estrategia de bajo costo pero muy efectiva que utiliza astutamente el poder y la difusión instantánea de los medios internacionales y las redes sociales para hacer ver a estos asesinos cómo guerreros, bien entrenados e indetenibles. 

Peter Neumann, profesor de estudios de seguridad del Kings College de Londres conceptúa: "Los yihadistas están viendo que, con el fin de captar la atención del mundo y reclutar a la gente, ya no tienen que derribar las Torres Gemelas o golpear el Pentágono".

Isis ha declarado que suintención es crear un Estado pan-islámico, un califato,  que en cinco años, o menos, llegue a extenderse a lo largo del mundo árabe, incluyendo a España, y luego se tome el resto del mundo.Abu Bakr al-Baghdadi, su líder, se ha proclamado como califa y ha anunciado que su organización "conquistará Roma".

Con tal objetivo, según publicó el diario británico The Telegraph, al-Baghdadi lanzó una llamada a todos los musulmanes del mundo a que migren a Irak y Siria para luchar contra Occidente. “Aquellos que puedan migrar al Estado Islámico deberían migrar, ya que la migración a la casa del Islam es un deber”, se le oye decir en una grabación colgada en la web. “Apresuraos, musulmanes, a vuestro estado. (…) La tierra es para los musulmanes, todos los musulmanes”. “Este es mi consejo. Si os atenéis a él, conquistaréis Roma y seréis dueños del mundo, si Alá quiere”.

Al-Baghdadi amenazó el martes 3 de febrero con invadir a Arabia Saudita. También prometió destruir La Kaaba, la piedra centro de La Meca considerada sagrada,el lugar hacia el que se orientan los rezos de los más de 1.500 millones de musulmanes del planeta. Declaró que la peregrinación hacia esta roca va en contra de las enseñanzas de Alá.

¿Qué hacer para detener a este fanático y a sus seguidores? Este tipo de fanatismo, semejante al de Hitler, ha llevado a la humanidad a enfrentamientos letales. Se hace indispensable una alianza mundial entre musulmanes y no musulmanes para detenerlo. Este fanatismo delirante atrae a muchos; ya lo sabemos. El peligro es inminente y aterrorizante. Isis puede costarle mucho a la humanidad.