MARTA LUCÍA RAMÍREZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Octubre de 2012

Ante la competencia internacional

 

Los países emergentes contribuyen al crecimiento mundial. Sus exportaciones están aportando cada vez más al comercio tanto de otros emergentes (42%) como de países desarrollados (36%). Es fundamental impulsar la gran capacidad exportadora industrial que Colombia posee como fuente de crecimiento, entendiendo la nueva dinámica mundial. Según las perspectivas de la OECD, se vislumbran oportunidades para el mercado de variados bienes y servicios, entre ellos el de aceites y grasas. Se espera que la participación del comercio mundial de este sector aumente por la creciente demanda de alimentos a escala global.

En Colombia se apoya la cadena de productos de aceite de palma y grasas vegetales bajo el Programa de Transformación Productiva (PTP), labor que ensalzamos; a pesar de ello, se mantienen algunos problemas en toda la rama que involucran los diferentes eslabones de producción, que impiden alcanzar metas de competitividad y productividad, y por ende, beneficiarse de la creciente demanda internacional.

La industria de aceites y grasas colombiana se ve gravemente afectada por el aumento continuo de las importaciones. En 2011 dicho incremento comercial se dio en el intercambio con Argentina que participó en un 42% de las importaciones totales de Colombia y Bolivia con un 22%. En especial, estos dos últimos países tienen condiciones preferenciales por cuenta de la CAN y del TLC, CAN, Mercosur. Por su parte, Brasil participa con un 12%, EE.UU. con 5%, Ecuador con 4%, Canadá con 3% y el resto de países con 12%. Además, en la actualidad se tiene una estructura arancelaria lineal sectorial, lo que al final representa una protección negativa.

Sumado a ello, los problemas de ilegalidad y contrabando técnico, se han vuelto obstáculos que limitan la competitividad sectorial. En 2010 la producción ilegal en el mercado colombiano alcanzó cifras del 43%, respecto al del canal tradicional.

Lo anterior ha ocasionado una continua caída en la contribución del mercado de los productores nacionales, donde los líderes del mercado son en su mayoría marcas ilegales y de presencia esporádica que han inundado al país. El crecimiento sectorial de la producción de la muestra mensual manufacturera a julio de 2012 con respecto al 2011 mostró una variación de 2%, cifra mucho menor a la que se logró en el mismo período del 2009 (19%). Asimismo, el comportamiento de las ventas de dicho sector fabril se ha visto damnificado. El crecimiento de las ventas de julio 2012 con respecto al mismo período del año anterior fue de -4.9%; si se observa con detalle el impacto de las ventas en el sector, se encuentra que el 58% del mercado está en manos de los productores ilegales.

La Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana, en su labor de impulsar el desarrollo de las manufacturas nacionales y del país, cree en una política de reindustrialización donde se integren y apoyen iniciativas sectoriales y regionales, que estimulen sectores de talla mundial. Bajo este panorama se debe realizar una evaluación de los instrumentos que están afectando la competitividad de este sector ante los cambios estructurales del mercado nacional y global. La industria de aceites y grasas requiere una modificación de la actual estructura arancelaria pues suscita protecciones efectivas negativas, y es importante eliminar las distorsiones tanto en precios como en ilegalidad, que restan competitividad en el mediano y largo plazos.