Es imprescindible que Colombia aumente los flujos financieros dedicados a la conservación y gestión sostenible de su biodiversidad. Esta urgencia es evidente si se considera que el Plan de Acción de Biodiversidad (2016-2030) del país presenta un déficit de financiación del 15 %, sin considerar, además, los recursos adicionales necesarios derivados de la actualización del este, así como las nuevas metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) adoptado en diciembre de 2022.
Se calcula que la mitad del PIB mundial depende altamente de la naturaleza y de la generación de valor económico que es de aproximadamente 44 billones de dólares, por otra parte, un 25% de las especies animales y vegetales están amenazadas por acciones humanas, de ahí los desafíos que tenemos por delante exigen una acción colectiva inmediata invirtiendo en biodiversidad, son entre otros, apartes del informe del Foro Económico Mundial, publicado en enero del 2020.
Los créditos de biodiversidad presentan grandes oportunidades para la movilización del capital privado y la conservación, pues actualmente movilizan entre 6.000 y 9.000 millones de USD al año, y se espera que alcancen más de 160.000 millones USD a 2030, según un informe de Bloomberg del 2023. Por su parte, La ANLA reconoce la importancia de movilizar las compensaciones ambientales en el país, señalando que a 2024 hay más de 100.000 ha por compensar en el país. Esto es especialmente importante para contextos como el colombiano que cuentan con poco espacio fiscal para expandir el gasto en biodiversidad.
Colombia es un país pionero en el mercado de créditos de biodiversidad, y ha movilizado más de cinco millones de dólares entre inversión y venta de cupos de compensación. En esta labor, desde 2013, se encuentra la empresa Terrasos que ha trabajado de la mano con el Gobierno Nacional para impulsar una regulación que permita el funcionamiento de estos mercados bajo estándares de alta integridad. Además, es pionera en mecanismos de mercado, siendo el estructurador del primer Banco de Hábitat en Colombia y Latinoamérica, ubicado en el municipio de San Martín de los Llanos en el departamento del Meta.
Oportunidades
Los Bancos de Hábitat además son una oportunidad de crecimiento económico. Según un estudio del BID, estos podrían generar en Colombia un valor neto de 4.900 millones de dólares para el país, especialmente, en regiones ricas en biodiversidad.
Explica Mariana Sarmiento, gerente de Terrasos que “Colombia es pionero en el desarrollo de Bancos de Hábitat que funcionan como un mecanismo de compensación ambiental. Estos estimulan la inversión a través de su esquema de pago por resultados, y generan cupos de biodiversidad que pueden ser comprados por generadores de impactos negativos que tengan proyectos autorizados por licencias ambientales y deseen realizar sus compensaciones por este mecanismo”.
Desde 2016, los Bancos de Hábitat fueron reconocidos como un mecanismo de compensación de inversión forzosa de no menos del 1%. Estos bancos venden créditos de biodiversidad que sirven como prueba de cumplimiento de obligaciones ambientales, o bien como declaración de contribución positiva neta voluntaria a la biodiversidad. Los ingresos generados a través de la venta de los créditos de biodiversidad aseguran la gestión y mantenimiento de tales hectáreas por 30 años. Cada uno de estos cupos es equivalente a una hectárea de un ecosistema restaurado o manejado que está siendo protegido, en el caso del mercado obligatorio, o a 10m2 (o alguna otra unidad dependiendo del emisor) conservados de un ecosistema a 30 años.
A la fecha, Terrasos cuenta con 12 Bancos de Hábitat en diferentes zonas del país con 5.950 hectáreas registradas ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MSDS), equivalentes a cupos de Biodiversidad, su unidad transable, de compensación obligatoria.
El Banco de Hábitat del Meta preserva y restaura 1.339 hectáreas, presenta 646 cupos de Biodiversidad asignados ante el MADS a diferentes clientes con obligaciones ambientales, 61 reservados o en evaluación, y 632 disponibles para dar cumplimiento a obligaciones ambientales.
El Banco de Hábitat del Cesar "La Lope" preserva y restaura 319 hectáreas, y por lo contrario al Banco de Hábitat del Meta, este presenta 79 cupos de Biodiversidad asignados ante el MADS a clientes con obligaciones ambientales, y el restante de 240 cupos se encuentran reservados o en evaluación por parte de las Autoridades Ambientales.
El Banco de Hábitat Bosque Seco Tropical -Cañón del Río Cauca- preserva y restaura 126 hectáreas, presenta 65 cupos de Biodiversidad asignados ante el MADS a diferentes clientes con obligaciones ambientales, 59 reservados o en evaluación, y tres disponibles para dar cumplimiento a obligaciones ambientales.
El Banco de Hábitat de Bosque de Niebla "El Globo", ubicado en el suroeste antioqueño, presenta 345 cupos de Biodiversidad disponibles; El Amparo, ubicado en Puerto López en el Meta, tiene 426 cupos disponibles; el de Aguadulce, en el sur del municipio de Nilo en Cundinamarca, cuenta con 115 cupos de Biodiversidad; el de la Mesa de San Pedro, en el Casanare, cuenta con 117 cupos disponibles; el de El Tigrillo, en el municipio de Puerto Gaitán, cuenta con 497 cupos; el Cañón del Río Sogamoso, ubicado en Zapatoca en Santander, tiene 601 cupos disponibles; el de Mata de Lata, ubicado en Valledupar en Cesar, tiene 546 cupos disponibles y 125 reservados o en evaluación y el Cairo, ubicado en Victoria en Caldas, tiene 543 cupos disponibles.
La realización de la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de la ONU en Cali, marca un hito en la historia de la conservación de la biodiversidad y está llamada a la implementación de diferentes mecanismos de financiación, pues, Colombia está lista para ser pionero en esta clase de mecanismos innovadores, esto puede facilitar la transferencia de recursos, estimular como acelerar las inversiones privadas en biodiversidad.