MARTA LUCÍA RAMÍREZ | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Noviembre de 2013

Más allá de las cifras

SEGÚN  informe del DANE el desempleo nuevamente se redujo, esta vez alcanzó un valor de 9% en septiembre, mientras que en el mismo mes de 2012 fue de 9,9%, lo que significa que la población desocupada disminuyó en 185 personas. A pesar de estos resultados en materia de empleo, que han sido ampliamente resaltados por el Gobierno, quiero destacar algunos aspectos que ponen en duda el optimismo con el que se están mirando las cifras.

No obstante el optimismo de las cifras oficiales sobre la reducción del desempleo, debemos tener en cuenta que según un reciente informe de la Cepal sobre coyuntura laboral, Colombia permanece con la tasa más alta en América Latina, mientras el desempleo en la región disminuye. El informe menciona que mientras los desocupados en la región urbana colombiana durante el primer semestre de 2013 ascendieron al 11,6%, en Ecuador fueron de tan solo 4,8%, en Brasil de 5,7%, en Perú de 6,1%, y en Chile de 6,2%.

De otra parte, las ramas de actividad en las que disminuyó la población ocupada durante el trimestre julio-septiembre fueron transporte (-5,4%), industria (-2,7%) y agricultura (-0,2%). Lo que llama la atención es que precisamente en estas dos últimas son evidentes los problemas estructurales  de los que no se ha hecho cargo este Gobierno. La industria ha venido cayendo sistemáticamente durante los últimos meses como consecuencia de la falta de una hoja de ruta que se debió plantear desde el inicio del gobierno, con el objetivo de identificar las problemáticas y construir un plan para fortalecer y hacer competitivo el sector manufacturero, convirtiéndolo en sector estratégico para la economía.

Asímismo, los recientes paros del sector agropecuario han hecho aún más visibles los problemas económicos, sociales y culturales, causados por el abandono del campo por parte del Estado. Ante esto, el Gobierno solo ha respondido otorgando subsidios a ciertos sectores y haciendo promesas que no necesariamente está cumpliendo, como lo indica el comunicado de Dignidad Agropecuaria -uno de los participantes activos del paro- según el cual de los 88 acuerdos que se han suscrito en distintas mesas en lo corrido del año, solo 5 se han cumplido a cabalidad. Es decir, menos del 7%. Esto muestra que para el actual Gobierno el sector agropecuario no ha sido prioridad en su agenda a diferencia de lo que ha afirmado en repetidas ocasiones.

Otro hecho relevante lo constituye el que ciudades como Quibdó, una de las más pobres de Colombia, siguen presentando las más altas tasas de desempleo (18,3% durante el trimestre julio-septiembre), lo que entre otras demuestra que no hay estrategia para cerrar la brecha entre regiones.

Esperamos que con los proyectos de Cuarta Generación de Concesiones Viales efectivamente haya una importante generación de empleo que permita reducir la tasa de desempleo hasta niveles inferiores al 8%, como lo afirmó la semana anterior el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. Sin perjuicio de lo anterior, estoy convencida de que es el fortalecimiento del aparato productivo y en especial de la industria y el agro, como se podrá generar una mayor cantidad de empleos de calidad.