Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 16 de Febrero de 2015

“La relación con el jefe de la inteligencia”

LÍNEA DIRECTA

Fantasmas del DAS

El  DAS sustituyó al SIC, desprestigiado por la dictadura de Rojas Pinilla. En las zonas rurales exbandoleros, como GuadaIupe Salcedo, ayudaron a apuntalarlo. La premisa es que, quien ha combatido al Estado con éxito tiene méritos para servirle una vez reintegrado. No es esto motivo  de escándalo sino un principio de sinergia social que busca sumar fuerzas para sobrevivir. Es algo tan antiguo como el concepto mismo de Estado. Y ya que hablamos del Procurador, él suspendió por 18 años al director del DAS, Jorge Noguera, quien en el gobierno Uribe, trabajó para los paramilitares, se enriqueció, y adulteró datos en favor de los narcos. Esa suspensión no ha sido refutada. Al punto que en Wikipedia la entrada acerca de ese organismo toma como referencia ese aporte, y muestra los abusos en esa época. Las chuzadas, el espionaje contra magistrados, periodistas y oposición. Preso Noguera siguió un director de apellido Peñate que intentó una depuración pero renunció por motivos personales.

Lo siguió la actual detenida Pilar Hurtado por orden de la Corte Suprema. Vale la pena conocer lo que a su turno dictaminó la Corte panameña respecto a sus delitos.

 Ella tenía línea directa con el Presidente y no, como se ha pretendido, intermediaba nadie. La razón es obvia el jefe de inteligencia del Presidente lo puede informar de todo y de todos, y esa comunicación confidencial no se puede delegar a terceros que podrían muy bien estar involucrados… Por lo demás la directora del DAS no estaba en el escalafón por debajo de, digamos, el Secretario de la Presidencia, y no recibe órdenes de él.

Como parece evidente la relación de los diversos presidentes, y me lo confirman varios exministros, es directa con el jefe de inteligencia del SIC, DAS o DNI, en cada gobierno desde mediados del siglo pasado. La visceral reacción del expresidente Uribe así lo revela. Primero aseguró que nunca había habido interceptaciones ilegales. Hoy cuando las pruebas son ya irrefutables afirma que eran útiles y necesarias. Esto lo llamaba Freud una racionalización y al explicar en qué consiste ese mecanismo de defensa usa un gracioso chiste que me disculparán si lo repito. Decía Freud que una vez un vecino pidió en préstamo a otro, una olla, y se la devolvió desfondada… El perjudicado lo citó ante un inspector. El vecino se defendió así:

 Sr. Inspector, yo entregué la olla en perfecto estado. Además ya estaba rota cuando me la prestaron y en últimas ¡A mí no me han prestado ninguna olla! Me temo que salvo para el expresidente, su explicación cojea. En cualquier caso no es una defensa jurídica inexpugnable.

Colombia merece que no haya cohechos de una sola vía. Que el legislativo pueda en serio enjuiciar a un presidente.  Que al historiar los gobiernos de digamos Samper o Uribe, no se tenga que ser un especialista en derecho penal. Que se pueda creer en la pronta administración de justicia y no se tolere que alguien opte por la de Panamá o tome las de Villadiego con ayuda de un expresidente. Y quizá que los políticos tengan también algo de sentido de humor, que les permita verse en a sí mismos, a su propia historia, “como si fuese ya ceniza en la memoria”. Y no como el destructivo vecino que entregó la olla desfondada.