Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 13 de Julio de 2015

DOMINIO DE LAS REDES

Donald Trump y la inmediatez

Este   ruidoso millonario allegó a la fama con un programa de TV de su autoría moral en la que ponía a competir a unos jóvenes ejecutivos en un negocio.  El que fracasaba en la prueba era echado ante las cámaras con un sonado “you are fired” cuya connotación más exacta es “lárguese”. El potentado se regocijaba así en esa humillación en la que el capital pisoteaba el valor del trabajo y la dignidad de los esforzados concursantes. Lo cual, además del aspecto moral, es un sinsentido por cuanto todo capital es una acumulación de trabajo. En una era de super concentración de la riqueza ese despliegue de lucha de clases desatada desde el dueño del  capital, produce grimosa destrucción del tejido social.

El ánimo plutocrático de Trump se disimulaba en los negocios de sistema empresarial jerárquico que no es por lo regular democrático. Pero ahora confundiendo lo privado con lo público ese imbécil moral se lanzó a la política llamando “perdedores” a los propios contendores del partido republicano que no hayan acumulado esa fortuna. Así de nuevo hace ostentación de un rasero que omite todo valor del espíritu o el intelecto. Pero el culmen llegó al emprender una cruzada contra los mexicanos y los latinos en general. Ignorando que en el siglo XIX su país se apropió de medio México, Cuba y Puerto Rico, y por consiguiente tendrá que convivir mientras exista con esa población nativa y solo a medias asimilada. Tal como le ocurrió a Roma con la Galia, que por cierto a la postre prevalecería. De modo que por primera vez un empresario de talla resulta más ridículo en sus respuestas que las reinas de belleza que patrocina. Reina colombiana que en este caso ha sido una buena excepción.

En cuanto a la inmediatez que antes caracterizaba al periodismo, ha pasado al instantáneo dominio de las redes con Twitter en lo político y Facebook en lo social. Antes se decía que nada había más anacrónico que el periódico de la víspera.  Es cada vez más difícil para la prensa competir con la simple la novedad de la chiva. Esto exigirá a los periódicos posturas de fondo que resistan siquiera la semana sin evidenciar su desfase ante el cambio de humor en las redes que mutan en menos de una hora.

 El Twitter ha creado la posibilidad de decir frente a todos lo que se siente, del mismo modo que  a cada quien se le permite en privado decir lo que se le antoja. Es una paradójica intimidad pública creada por el fenómeno de las redes. Esta novedad se hizo notoria con las declaraciones de la actual ministra de Educación cuestionando a su antiguo jefe. Sin que ni siquiera el Procurador se atreviera a acusarla por participar en política. Pero si lo hiciese, y él a todas luces no es persona adecuada a los nuevos tiempos, descubriría que en la mentalidad generada por la red, lo que se cuelgue al Facebook y el Twitter equivale a lo que antaño se decía sin prevenciones en un visita social sin mayores consecuencias que la de una opinión personal, vale decir un secreto a gritos.