El Senado de la República está a punto de tomar una de las decisiones más importantes y es la elección de Procurador General de la Nación, quien tendrá un papel fundamental en la consolidación de la Paz en nuestro país.
Será fundamental, como columna vertebral de la defensa de los derechos y las garantías fundamentales, en el afianzamiento de los acuerdos de Paz, apoyando el paso trascendental en la conservación y preservación de la reconciliación entre los colombianos,
Y qué mejor que ese momento histórico y el papel que jugará esta institución en este proceso, sea adelantado por una mujer, que es el ser humano que en su alma y su corazón lleva el sentido claro y diáfano del amor, del equilibrio, de la no violencia, del respeto por los derechos de los demás y la entrega por su trabajo.
Por eso en esta ocasión, es la oportunidad para que el Senado de la República haga un homenaje sincero y un reconocimiento a la mujer colombiana, en cabeza de la ex Magistrada María Mercedes López.
Ella representa, la inteligencia y la entereza para abogar por el derecho a vivir sin violencia y empoderar a la Procuraduría, haciendo respetar los derechos fundamentales de los colombianos y luchando por la igualdad entre hombres y mujeres.
Sin demeritar a los otros contrincantes, los doctores Fernando Carrillo y Jorge Perdomo, quienes cuentan con los suficientes pergaminos para liderar tan importante institución, creo, que le llegó la hora a una mujer, al frente del Ministerio Público.
El Partido Conservador no se puede equivocar y debe asumir como bancada el respaldo a la Dra. María Mercedes, como buena representante de la colectividad. Una decisión de bancada debe asumir ese respaldo sin ambigüedades, dejando a un lado los intereses personales.
La Dra. María Mercedes, desde el Consejo Superior de la Judicatura, demostró ser una persona demócrata, conocedora como nadie de la arquitectura jurídica del país, pero además su llegada al Ministerio Público es prenda de garantía para los colombianos por su pluralidad e imparcialidad en el manejo de la justicia.
Por eso tengo la certeza de que ella garantizará, sin ambages los derechos colectivos de la ciudadanía, como representante de la sociedad civil, y no le temblará la mano para sancionar, intervenir y prevenir las irregularidades, que cometan funcionarios o agentes del estado.