El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) revela despido de más de 400 trabajadores de medios de comunicación, en los últimos tres meses, entre periodistas, camarógrafos, diseñadores, editores y fotógrafos entre otros.
La colega Gloria Vallejo, Presidente del CPB, destapa ante el país que, “la crisis se evidenció gradualmente hace 30 años, en diversas empresas de información, análisis y opinión”.
Esta institución, la más antigua de los profesionales del periodismo en Colombia, detectó cómo se visualizan efectos que, genera “Internet con consecuencias inimaginables, traducidas en desaparición de medios impresos de la prensa”.
El entorno laboral, para mujeres y hombres, tiene hoy crudos resultados a la vista, en periodistas de televisión, radio y periódicos; las nuevas tecnologías, cambiaron la dinámica de su realización.
Los contenidos llamados ligeros tienen interés prioritario, según el poder económico propietario de medios, animados porque quien informa, es joven entusiasta, con simpatía y sin salario; eso decide la mayoría directiva de empresarios.
Precisa el CPB, que, la tecnología prendió luces en contratación profesional para las empresas de medios, basadas en ahorro al invertir y, obligación salarial baja, congelada o reducida, gracias a tecnología y grabación previa.
Parecería que directivos de las empresas de periodismo consideran que los medios, deben trabajar con personal, por figuración, moda, y politiquería. Quienes lo hagan no son periodistas, ni deben ser ejecutivos de empresas periodísticas.
El cambio en contenido tomó vuelo con jóvenes estudiantes, motivados en la oportunidad laboral para cimentar experiencia; La vinculación recogió ese argumento universitario al ofrecer prácticas, aunque sin salarios. No debería ser así, escalón de trabajo.
Válido reiterar a críticos del contenido periodístico que la realidad está por dentro. Algunos caen en publicar reacciones irresponsables de redes sociales o mensajes Online; no pocos cumplen órdenes directivas para atender tendencias políticas y económicas.
La periodista Vallejo, presidente de la institución, puntualiza la situación en un ángulo, que no conocen los televidentes, ni escuchas de radio o lectores: “No es compatible poder económico con periodismo. El primero, busca réditos, y el segundo, informa, investiga, y se esfuerza por la verdad. La simbiosis, entre grupos económicos y medios periodísticos, no es viable; puso en peligro, libertad de prensa y expresión”.
La institución, dice que existe -Liga contra el Silencio- en la dramática radiografía, ante el despido de 400 periodistas; están con temor y desánimo en las salas de redacción, los que quedan.
El CPB debería despejar el momento crítico con un foro de Gobierno, facultades de comunicación, centros culturales de alcance y, Corte Constitucional, árbitro del Derecho a la Libre Información y Expresión, según la Constitución.
Ojalá, diálogo y entendimiento, sin tendencias oportunistas, que aparecen cuando el periodismo se mueve.