Mujeres presidenciables | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Enero de 2025

Entre el 2024 y el 2025 se ha consolidado un hecho político que no ha merecido toda la divulgación y análisis que se merece. El hecho escueto es que Donald Trump, por segunda vez, derrotó mujeres presidenciables que muchos creyeron que podían pasar a la historia como la primera que había sido elegida para dirigir la principal democracia del mundo. Fue lo que ocurrió en México en el 2025 con Claudia Sheimbaum, y lo que ocurrió también en Brasil cuando eligieron a Dilma Rousseff, a quien después destituirían.

En Colombia, Noemí Sanín planteó una tercería que finalmente no tuvo éxito. Fue la mujer que llegó más lejos en la carrera presidencial.

Traigo a cuento estos ejemplos porque el New York Times del 28 de diciembre, y no era una inocentada, plantea desde la primera página una conversación de dos dirigentes políticos norteamericanos, Bill Clinton, demócrata, y el senador Lindsey Graham, republicano, sobre las posibilidades presidenciales de las mujeres en los Estados Unidos… Es que se podría decir que Trump era un candidato muy vulnerable en la perspectiva del sector femenino por sus comportamientos que habían dado lugar a procesos judiciales, indemnizaciones, denuncias y una retórica que, de acuerdo con lo que se consideraba políticamente correcto, era inadmisible para el voto femenino.

Y cómo ocurrió que Donald Trump pudo derrotar a la señora Hillary Clinton y, ahora, a Kamala Harris. Es que lo más sorprendente en este proceso electoral según un análisis del Center For American Women On Politics de la Universidad de Rutgers, citado por el New York Times, es que Harris obtuvo el menor apoyo del voto femenino para un demócrata desde 2004.

Hay un debate sobre la manera como dos factores pudieron influir en bloquear la llegada de Harris a la Presidencia. Uno es el tema del género y otro el tema racial. Mujer y negra parecían ser dos obstáculos para su éxito como candidata. Algunos analistas piensan que Harris cometió errores fuertes y señalan la escogencia de su vicepresidente como uno de los más significativos.

Con todo, la tesis de Clinton y Graham ha quedado sonando porque coincidieron en afirmar que lo que le permitiría a una mujer llegar a la Presidencia de Estados Unidos es que su candidatura aparezca como conservadora y ese no fue el caso de Hillary ni de Kamala. El debate es muy llamativo porque así no ha ocurrido en América Latina. Casi se diría lo contrario. A la luz de esta interpretación parecería casi seguro que el partido demócrata desecharía una candidatura de Kamala Harris para dentro de cuatro años.

Margaret Thatcher aparece como el modelo que debería inspirar a una mujer presidenciable en los Estados Unidos. Se recuerda que ella no usó el feminismo como una ventaja de su campaña. Gobernó durante una década y alegó a su favor ejecutorias muy importantes, que inclusive tenían que ver con una guerra.

Un tema inescapable para las mujeres que se están preparando para competir la lucha por la presidencia en Colombia en el 2026.