Ataques con ácido
Los ataques con ácido, efectuados generalmente contra mujeres, son crímenes de una atrocidad especialmente aterradora, pues las víctimas no sólo sufren inmensamente, sino que quedan desfiguradas de por vida y muchas veces ciegas.
Aunque este es un crimen generalmente cometido contra mujeres, 20% de los ataques son contra hombres, o niños. Los asaltos suceden en el mundo entero, la mayoría, 91%, ocurren en los países con una cultura altamente machista o musulmana como Irán, Paquistán, India, Camboya y Bangla Desh. Sin embargo, no son pocos los casos en el Caribe, Centro y Suramérica.
En el 2002, Bangla Desh aprobó la pena de muerte para los que cometan este crimen. En Pakistán e Irán las víctimas pueden exigir que se aplique a sus victimarios la Ley del Talión, o sea “ojo por ojo”; no obstante el temor a la retaliación contra la víctima por parte de la familia del criminal y la reticencia de los jueces a aplicarla, hace este castigo prácticamente inefectivo.
En el 2004, la iraní Ameneh Bahrani fue quemada con ácido por su novio al no aceptarle su propuesta de matrimonio. A esta valiente mujer le tomó ocho años lograr que un tribunal aprobara el castigo contra su agresor. Finalmente, minutos antes de que este fuera cegado en un hospital con gotas de ácido en los ojos, ella lo perdonó.
En Colombia se reportan al año cerca de 50 ataques, pero se piensa que la cifra debe ser mucho mayor. El miedo y la vergüenza hacen muchas veces que las víctimas no denuncien la agresión. Las afectadas sufren un tremendo ostracismo por su desfiguración y, como sucede con las mujeres violadas, muchas veces se las cuestiona como si ellas hubieran propiciado el ataque.
Pero la percepción de este crimen está cambiando y hay actualmente una conciencia mundial en defensa de las víctimas, no importa en qué país hayan sido cometidos los crímenes, ni qué excusas haya dado el atacante.
Este año, en la ceremonia de los premios Oscar en Hollywood, “Saving face (Salvando caras), que retrata el sufrimiento de mujeres quemadas con ácido y la lucha por reconstruir sus rostros del cirujano Mohammad Jawad, ganó el premio a Mejor Cortometraje. Su directora Sharmeen Obaid-Chinoy fue largamente ovacionada.
En Colombia se acaba de radicar en el Congreso una ley que penaliza hasta con 20 años de cárcel a quienes cometan este crimen y exige que el Estado asuma el costo de las cirugías reconstructivas. Es un primer paso hacia el reconocimiento de estos ataques como crímenes atroces.
Me gustaría ver que se incluyeran en este proyecto los ataques, no sólo con ácido, sino con cualquier sustancia que desfigure, como agua hirviendo o gasolina encendida. Pienso que si el criminal tiene capacidad económica él debe ser el responsable de sufragar los costos de las cirugías.