Nuestras ofrendas | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Enero de 2023

Los magos de Oriente honraron la vida de Jesús con incienso, mirra y oro, de acuerdo con la tradición bíblica. La honra es reconocer la vida del otro; para poder hacerlo, necesitamos primero honrar la propia.

Hoy te propongo reflexionar sobre las maneras en que honras tu propia existencia, en la intimidad de tu ser, sin necesidad de poner fotos en las redes sociales, de exhibir todo lo que haces, de demostrar que lograste el éxito material, algo por lo cual me alegro, pero que no te define. 

La honra se trata de que ocupes tu lugar, no en Facebook ni Instagram, sino en la vida real, la que va más allá de las redes.  Todos tenemos un lugar por derecho propio, por el solo hecho de estar encarnados en un cuerpo físico, trabajo para el cual el alma en conexión con lo Divino se preparó por mucho tiempo.  Ese lugar esencial es previo a lo que hacemos o a lo que tenemos, lo que sin duda es importante, siempre y cuando esté alineado con nuestra evolución espiritual. 

Nos honramos cuando reconocemos que nuestros padres son los grandes y nosotros los pequeños.  Eso implica avanzar cada día en nuestro proceso de sanación con ellos, pues no han sido perfectos, así intentemos idealizarlos.  Son tan humanos como nosotros, han cometido errores, algunos muy grandes, y posiblemente los sigan cometiendo. Están en su aprendizaje, sean conscientes de ello o no.  Nuestro aprendizaje pasa por darles su lugar para poder ocupar el nuestro, para que cuando elijamos conformar una pareja también podamos ocupar nuestro lugar de pares y darle al otro el que le corresponde.

Hoy podemos honrarnos con regalos a nosotros mismos, ofrendas que no son físicas, pero que implican esfuerzos mayores -en tiempo, voluntad y dinero- que el de darnos un suéter o un viaje, sin desdeñar que ello tiene su valor: nuestros presentes son de viaje interior, a lo profundo de nuestro ser, y pueden incluir sanar nuestras relaciones con mamá y papá; reconciliarnos con nuestra propia historia; soltar lo que pudo haber sido y no fue; o reconocer nuestras sombras para integrarlas y que se vuelvan luminosas: lo que nos da envidia, aquello que nos genera ira, las formas en que nos desconectamos de nosotros mismos o en que nos castigamos o queremos vengarnos de otros; las maneras en que nos aislamos para no compartir o qué tan vanidosos somos y necesitamos el reconocimiento ajeno antes de darnos el propio; revisar nuestros miedos y culpas; observar qué tan soberbios o insaciables somos…

¿Cuáles son tus auto-ofrendas hoy? ¿Cómo te honras? Te invito a que te dediques un tiempo para observarte, honrarte y amarte incondicionalmente. Incienso, mirra y oro.

 

@edoxvargas