Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Julio de 2015

“Crédito caro, rentabilidad por ahorros, precaria”

MIRADOR

Ganar

 

UN ahorrador, como muchos en pueblos y ciudades, fue la semana pasada a retirar su plata de un fondo de inversión. Había depositado $ 3 millones un mes atrás. Salió del banco con $ 2. 870 mil. Se le habían esfumado $130 mil.

El asesor del banco le argumentó al cliente que la movida estaba fea. Que algunos fondos de inversión se estaban liquidando por fuerte volatilidad en tasas debido al menor crecimiento y el enrarecido entorno global.

Cientos de pequeños ahorradores abrieron cuentas de ahorro con la esperanza de al menos no perder ni un peso y si es posible, rentar algo. Sin embargo, no hay que llamarse a engaños: las tasas están pobres. Las tarifas por retiros en cajeros automáticos, retenciones y cuota de manejo, restan a los depósitos de humildes y necesitados ahorradores.

Significa que aunque bancos sigue ganando y ese es uno de sus capitales propósitos, el grueso de depositantes, principalmente los pequeños, no ganan.

Al tiempo que el costo del crédito es relativamente caro, aunque menos que hace tres años atrás, rentabilidad por los ahorros es precaria. Banqueros aducen que es cuestión del margen de ganancia o de intermediación, la diferencia entre captar y colocar plata.

Lo cierto es que a estos casos conocidos de personas a las que les fue mal con sus dos fondos de inversión, hay que sumarles la multitud de ahorradores que fueron a un banco con la idea de guardar su plata y rentar, pero lo segundo no se da, o muy poco.

Las tasas de interés de cuentas de ahorro, corriente, CDT, fondos de inversión o carteras colectivas, andan mal.

Podría decirse que a un mediano o grande inversionista no le importa. Quien tiene la capacidad de diversificar riesgo y portafolio, vaya y venga. El lío es para los pequeños, amas de casa, asalariados, pensionados, independientes, microempresarios. Muchos buscan la bancarización como instrumento para ser reconocidos sujetos de crédito y ganar algo por su plata en el banco. Sucede que bancarización no pasa necesariamente por rentar. Lo que no quiere decir que bancarizar no represente para muchos colombianos la posibilidad de que sus ahorros crezcan. Una familia que devenga el mínimo o un poco más, aspira a abrir una cuenta bancaria, gozar de servicios financieros, pero también que su dinero aumente. Piensa que de lo contrario, mejor tenerlo bajo el colchón.

Aunque una potestad del negocio financiero es generar ganancias, también lo es para ahorradores.

Ni más faltaba que accionistas y dueños de conglomerados financieros ganen, pero no sus ahorradores.

A clientes y usuarios les cobran el crédito, poco o mucho, pero les cobran. A ahorradores, pequeños o grandes, también deberían darles ganancia.