Esta conclusión la haría un veterano pescador al culminar su jornada. Mira con realidad, lo logrado en su atarraya y celebra que, aunque su pesca no fue abundante, sí alcanzó calidad, el mejor objetivo en su brega, con exigente dedicación y paciencia, propias de su oficio.
Está probado: calidad siempre le gana a cantidad en todo; los réditos o beneficios en general, se acomodan al actual panorama de expectativas en el país, alrededor del cúmulo de proyectos con eventual cara de convertirse en reformas.
Gobierno, justicia, economía, educación, salud y, no pocos sectores de orden social, abren nuevo año con su vista centrada en la cadena de reformas propuestas para hacer realidad, la llamada y anhelada reconstrucción de Nación.
Con solo culminar el año 2019, con reformas caminando, se podrá afirmar que la reconstrucción supera la primera planta de la edificación en obra y que se podrá extender, como lo imaginan millones de colombianos para alcanzar un país con equidad para todos.
La complejidad en distintas materias de la rama judicial impone manejo serio y sereno, ha señalado el presidente del Consejo de Estado, German Bula, a distintos medios periodísticos.
En medio de lucha contra corrupción, narcotráfico, bandas armadas y de asalto con insignia guerrillera, y similares, la reforma judicial exige debate a fondo, sin el calor que imprime el Congreso. La gazapera, no significa que un debate fue bueno.
Luego de varios intentos frente a las aguas de la justicia, para el ciudadano del común y organizaciones no gubernamentales, no quedará al garete lo relativo a inseguridad urbana y rural desatada antes de terminar 2018.
El acopio para reforma en justicia requiere varias comisiones especializadas en analizar distintos focos de delito, entre ellos, robo mediante filtración de cuentas bancarias a través de celular, como los registrados al promediar diciembre.
Sin fatalismo, hay que pensar que en educación pública se necesitan gestores razonables y de probada honorabilidad al manejar la destinación oficial de los correspondientes billones estatales a universidades públicas.
Todo se ve en las viñas del delito; la delincuencia activa hilos para detectar el tránsito de dineros para organizaciones sociales en programas de Gobierno.
El sector de salud, dirigido por el respectivo ministerio, emprendió fortalecer las 22 EPS; sumará su favor buen puntaje si alcanza eficiencia a usuarios y transparencia en pagos y traslados financieros, para cubrir la deuda a clínicas y hospitales.
Ese renglón reclama revisión con lupa, a algunas IPS, al parecer abiertas y con contratos de fachada, en varias ciudades y poblaciones, donde se abrieron al paraguas del negocio.
Así la intención de proyectos realizados, demostraría que lo poco también es bueno para ir, paso a paso, al reconstruir.