POR ALBERTO ARZAYUS | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Junio de 2013

Sobre la vejez

 

 

”El  envejecimiento o senescencia es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos, que supone una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como de la capacidad de respuesta a los agentes lesivos que inciden en el individuo”.

Por lo general, “se asocia a procesos de deterioro paulatino de órganos y sus funciones asociadas. Muchas enfermedades, como ciertos tipos de demencia, enfermedades articulares, cardíacas y algunos tipos de cáncer han sido asociadas al proceso de envejecimiento”.

Cambian las expresiones a lo largo del tiempo: senectud, ancianidad, vejez, decrepitud, avejentamiento, declive, agotamiento, chochez, marchitamiento. También evoluciona la denominación científica: edad adulta, tercera edad y hasta cuarta edad. Además del pésame anticipado a los familiares, las posibles causas de duelo siguen en primera instancia. 

La única certeza de los seres humanos adquiere un carácter más sombrío. Lleva mucho tiempo tratando de darle un cariz optimista, creativo, como todo lo que se enfoca en esta columna.  Y el esperado enlace llega a través de reciente mensaje de un amigo mexicano con el sugestivo título del  presente escrito, que es la forma como se saludan las personas que si saben cómo es este cuento. 

“Cuatro etapas en la vida del ser humano”.  Dicen los entendidos: “la infancia, la adultez activa, la madurez y, la que se llama: ‘te ves muy bien’. Pasar de una esperanza de vida de 25 años a 80 en dos siglos es posible más por los avances en medicina y salubridad que por revolucionarios descubrimientos en el proceso intrínseco de envejecer. Manipular la genética para prolongar la vida puede ser una realidad”.

“La meta es llegar a ser viejos sin demasiados achaques. Una de las grandes ventajas de envejecer está en la sabiduría y la experiencia acumuladas. Los viejos son mejores para comprender preguntas y detectar cosas absurdas, así como para atender tareas complejas. La felicidad, que para muchos parece esquiva en la vejez, tiene su pico máximo a los 74 años”.

Una cosa es desgastarnos buscando soluciones a muy largo plazo o en debates interminables. Otra escudriñar el inmediato futuro sobre asuntos de plena actualidad como el tema que nos ocupa. Acorde con la época actual donde para ayer es tarde, que coincide con el mayor interés sobre aspectos económicos, demográficos, sociales, intelectuales, de salud, etc.

Aspecto clave del buen envejecer lo constituye la tranquilidad económica,  pero la población de pensionados del país está afectada por: la pérdida de valor adquisitivo de las pensiones, que no alcanzan para vivir dignamente. Y conste que lo expuesto no se refiere al Club de los Mil.

Además, el presunto cobro de retención en la fuente, con carácter confiscatorio para quienes no disponen de ingresos adicionales, por cuanto están exentas. El inadecuado manejo estatal de los recursos consolidados a lo largo del tiempo.

Para completar: el contagio de latitudes cercanas: devaluando para enriquecer el Estado empobreciendo a los ciudadanos. Peor aún, saqueando las reservas pensionales acumuladas.