La sorpresa para todos es cómo el partido al que perteneció Nelson Mandela, el Congreso Nacional Africano (CNA), de tendencia panafricanista y socialdemócrata, perdió sus mayorías después de 30 años de sustentar el poder absoluto en Sudáfrica. Este país se independizó del último de sus colonizadores, Inglaterra, el 31 de mayo de 1961, manteniendo una política de segregación, exclusión y desigualdad, a pesar de su independencia. Fue Nelson Mandela cobijado por su partido CNA, quien llegó a la presidencia de Suráfrica el 10 de mayo de 1994, quien, a su vez, logró libéralos de este yugo absurdo. El mundo entero reconoció a este líder por su ejemplo de abnegación, inteligencia, humildad y entrega a su pueblo.
Estas elecciones resultaron ser transparentes e interesantes porque después de 30 años el CNA, partido de gobierno, pierde sus mayorías, descendiendo un 17%, a pesar de seguir en primer lugar, con un 40.12%. Este resultado se produjo por las divisiones internas que llevaron a una fractura, producto del enfrentamiento de Jacob Suma con el presidente actual y líder del CNA, Cyril Ramaphosa.
Jacob Suma, anterior presidente de Sudáfrica, y quien nombró de vicepresidente a Ramaphosa, fue acusado de corrupción y desacato, cargos que lo llevaron a la privación de la libertad durante 15 meses. Presencie este debate. Este decidió salirse del CNA y armar el partido MK, uMkhonto weSizwe, o Partido Lanza de la Nación, obteniendo un 14.80% de la votación total. Esta disección afecto la supremacía del CNA. La Corte lo victimizó al no dejarlo participar en el debate.
Otros partidos con peso político son: el partido de centro derecha AD o Alianza Democrática, quien aumentó su participación, pasando de un 20.77% en el 2019 a un 21.72%. El EFF o Luchadores por la Libertad Económica, quienes obtuvieron un 9.39%.
La participación general descendió sorprendentemente ya que en el 2019 fue del 66.05% en contraste con este año, donde la participación total fue del 58.64%. Es decir que bajó porcentualmente un 7,41%, constituyéndose, en la más baja de este país.
Las elecciones fueron tranquilas, hubo problemas que hacen repensar hacia el futuro el mejoramiento actual del sistema electoral sudafricano. Hubo problemas técnicos por la cobertura de internet y comunicaciones, que trastornó la emisión de los datos, haciendo que el IEC, órgano encargado de las elecciones, diera la orden de utilizar las planillas impresas para aligerar los retrasos. Las votaciones fueron lentas lo que permitió largas filas de votantes esperando ejercer su derecho. Además, el haber introducido la modalidad de tres papeletas confundieron a los votantes, dado que se puso en práctica la Ley de Enmienda Electoral, en donde se votaba con ellas: Una de carácter nacional, otra regional y provincial, en donde se escogían los partidos y candidatos a la Asamblea Nacional y Provincial. Además, se le dio la oportunidad a candidatos independientes que no tuvieran partido a participar, cumpliendo con el rango electoral.
Otros factores que incidieron fue el desgate del gobierno después de detentar por 30 años el poder absoluto. La corrupción, la desconfianza por los malos gobiernos, la inseguridad creciente, los cortes de luz y agua que han tenido golpeado al país, incidiendo económicamente en la producción y en la calidad de vida de sus gentes. Además, se añade la falta de oportunidades a la población joven y la percepción general de desgobierno de Ramaphosa.
El CNA deberá hacer coaliciones para gobernar, entendiendo que perdió su estabilidad en las provincias, que hay desencanto de parte del pueblo, que otros partidos están ascendiendo y que la inestabilidad le puede quitar oportunidades a la inversión extranjera, debe luchar contra la corrupción al interior del gobierno y la inseguridad.