Presos, a gobernar | El Nuevo Siglo
Miércoles, 20 de Abril de 2022

No es extraño que personas debidamente condenadas por diferentes delitos, bien sean por corrupción, parapolítica, narcotráfico, crímenes o masacres, estando internados en prisión mantengan poder electoral y recursos económicos que seduzcan a los candidatos, quienes en su afán de obtener el poder presentan propuestas dentro de su ideario que favorezcan a estas personas, obteniendo así su apoyo a cambio de proyectos que se encaminen al indulto en unos casos, en otros al perdón y olvido o en casos extremamente delicados, rebaja de penas o detención domiciliaria.

Los presos condenados se conquistan con hechos, son personas curtidas en la vida y situaciones reales que deben ser resueltas, por eso la propuesta oficial del candidato Petro del “perdón social”, tiene un alcance grande cobijando no solamente aquellos condenados por corruptos o criminales, sino a todo tipo de delincuente, siempre que éste se acoja a las condiciones iniciales de campaña y desde luego a las de gobierno, una vez sea conquistado por el candidato.

En las cárceles del país se vieron de fiesta con esta propuesta, particularmente en La Picota donde se encuentran poderosos detenidos. Abogados de la Colombia Humana, el hermano del mismo candidato y otros gestores han sido agentes promotores.

Estas propuestas que son demagógicas e inaplicables, puesto que en un país democrático como el nuestro, esto debe ser pasado por el Congreso, luego revisado por las Cortes constitucionales y jurídicas, pues no es del resorte presidencial, solamente que sean gobiernos dictatoriales como en Cuba, Venezuela, Nicaragua o Rusia, donde la orden del dictador se cumple por encima de toda instancia.

Estas propuestas muestran el talante del candidato de la Colombia Humana, cuya formación política parte de la toma de armas, el levantamiento en contra del Estado, acciones ilegales y criminales, así como su estrecha admiración, simpatía y amistad con dictadores como Chávez, Maduro, Ortega, los Castro y desde luego con Putin, quien contaría con un formidable alfil en nuestro continente para sus propósitos expansionistas al estilo de Hitler, reclamando territorios e invadiendo paises pacíficos como Crimea y Ucrania, teniendo en la mira a todos aquellos que fueron parte de la Unión Soviética y de la cortina de hierro, sin escaparse los de la península escandinava como Suecia y Finlandia entre otros más y así conquistar a Europa, de paso extenderse a Latam, continente con enorme riqueza en recursos naturales y gran producción.  

Pero para no desviarme del tema, lo que está sucediendo en Colombia es para prestarle mucha atención, porque de lograr Petro el triunfo en las urnas, debemos prepararnos para un cambio diametralmente opuesto a un país de libertades, trabajo, respeto por la propiedad privada, por los derechos, la libre empresa, la familia y la vida.

Estamos en la libertad de prensa y por eso podemos opinar, no sucedería lo mismo bajo un régimen de ese tipo. Sacando a los presos de la cárcel, serían ellos, los de gran calibre quienes gobernarían tras bambalinas y los de menor cuantía, como los colectivos al estilo Venezuela.

arangodiego@hotmail.com