Amanecer

“¿Y  de qué trata esta película?”, le pregunté a mi hijo. “De lobos y vampiros”, me contestó. Cuando me dijo eso, pensé hacia mis adentros, que me encontraría con una de esas películas que toca ir para acompañar a los hijos, pasar el rato con ellos, invitarlos a un helado, etc.

Compré las boletas con resignación e ingresé a la sala del cine con una gran incredulidad. No les contaré la historia de la película porque, como decía el grupo informal Les Luthiers, al final se darán cuenta de que el asesino era Juan.

Lo que quiero comentarles es sobre cómo la película trata varios temas relevantes en nivel social, olvidados por cuenta de la inversión de valores que está padeciendo la sociedad en general.

La película trata sobre el matrimonio entre un hombre, lobo, y una mujer, humana. Se presenta el primer dilema para la pareja: la construcción de los valores esenciales de una futura familia. “¿Cuáles son esos valores?”, se pregunta la mujer.

Se presenta, a su vez, el dilema ético de la preservación de la raza pura de lobos vs. la mezcla, el mestizaje, entre un hombre, lobo, y una mujer humana.

El grupo, la manada, debe decidir si la madre, humana, quien está en altísimo riesgo de morir, da a luz al nuevo ser que está por nacer. El nuevo ser es una mezcla entre un hombre lobo y una mujer humana. Es decir que, indirectamente, la película trata sobre el tema del aborto y sobre la difícil y compleja decisión que debe tomar la manada: preservamos la vida de la madre que está en riesgo o, damos la vida al nuevo ser.

Un grupo de hombres, lobos, decide defender a la mamá, humana, a pesar de los ataques de la manada de hombres, lobos, rivales quienes no desean que llegue un nuevo ser, mestizo, que dañará la especie.

La película es un poco lenta y quienes van con la ilusión de ver a los lobos y los vampiros chupasangre quedarán un poco decepcionados, como quedó mi hijo.

Pero, si logran ver un poco más allá, se darán cuenta, como dicen en Boyacá, de que en el fondo la película El amanecer es una oda a la vida, al amor, a la familia y a los valores esenciales de una sociedad que está viviendo mal porque decidió invertir los valores de la misma.

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Puntilla. Para complementar el tema, les recomiendo el vídeo de Steve Jobs recibiendo el grado de Honoris Causa en la Universidad de Princeton, donde cuenta que su madre biológica no le quería dar vida, pero su padre decidió darlo en adopción.