DESESTIMAR el caso contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por supuestamente conspirar para alterar el resultado de las elecciones de 2020 aconsejó el fiscal especial Jack Smith y también abandono el caso que pretendía abrirle por presunta mala gestión de documentos clasificados.
Se daba por descontado que Smith, quien fue designado por secretario de Justicia Merrick Garland hace más de un año para liderar una ofensiva judicial contra el líder republicano, desistiera de ambos procesos tras el contundente triunfo de Donald Trump en la presidencial de este 4 de noviembre, así como de su partido en el Congreso, que desde este 20 de enero tendrá la mayoría en ambas Cámaras.
Como lo expresó Jonathan Turley, profesor de derecho de la Universidad George Washington en Fox, las elecciones se convirtieron "efectivamente" en el veredicto del jurado más grande de la historia, dando a Trump el encargo de dirigir la nación.
Ante la jueza de distrito que preside el caso, Smith afirmó que debería desestimarse el caso de presunta injerencia electoral en 2020, a la luz de una política del Departamento de Justicia de no procesar a un presidente en ejercicio.
Pidió a la jueza Tanya Chutkan que desestime el caso, pero dejó abierta la posibilidad de que pueda reactivarse una vez que Trump deje el cargo, en principio en 2029.
Días después de que el magnate conservador derrotara a Kamala Harris en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Smith ya anuló todos los plazos del calendario judicial sobre el caso.
La posición del gobierno sobre "la acusación contra el demandado no ha cambiado", recalcó Smith en la presentación ante la jueza. "Pero las circunstancias, sí", añadió.
"Desde hace mucho tiempo, la posición del Departamento de Justicia ha sido que la Constitución de Estados Unidos prohíbe la acusación federal y el posterior enjuiciamiento penal de un presidente en funciones", explicó el fiscal.
"Como resultado, esta acusación debe ser desestimada antes de que el acusado sea investido", aclaró.
El director de comunicaciones del magnate republicano, Steven Cheung, lo calificó de "gran victoria para el Estado de derecho".
"El pueblo estadounidense y el presidente Trump quieren un fin inmediato a la politización de nuestro sistema judicial y esperamos unir a nuestro país", afirmó Cheung en un comunicado.
El presidente electo fue acusado de conspiración para defraudar a Estados Unidos y para obstruir un procedimiento oficial, es decir la sesión del Congreso para certificar la victoria de Biden. Fue interrumpida el 6 de enero de 2021 por una turba de partidario del expresidente.
También se le acusó de intentar despojar de su derecho al voto a los estadounidenses con sus falsas afirmaciones de que ganó las elecciones de 2020.
Smith también acusó a Trump de gestionar incorrectamente documentos ultrasecretos después de dejar la Casa Blanca, pero ese caso que fue desestimado por un juez federal en Florida con el argumento de que fue nombrado fiscal especial ilegalmente. Y, aunque Smith recurrió la decisión de ese magistrado, este lunes reiteró la apelación.
Así las cosas quedan pendientes dos procesos a Trump: uno en Nueva York y otro en Georgia.
En mayo fue condenado en Nueva York por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir un pago a la actriz porno Stormy Daniels en vísperas de las elecciones de 2016 con el fin de evitar que revele una supuesta relación sexual.
El juez Juan Merchan ha pospuesto la sentencia mientras considera una solicitud de los abogados de Trump para que la condena sea anulada a la luz de una decisión de la Corte Suprema.
En Georgia, el mandatario electo enfrenta cargos de crimen organizado por presuntamente intentar alterar los resultados de las elecciones de 2020 en este estado del sur del país. Y, de seguro, este también entrará al ‘congelador’ mientras Trump ejerce su segunda presidencia