RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 5 de Marzo de 2013

Si usted trata de defender al Estado…

 

“Corte nunca ha aceptado argumentos de Colombia”

Un parlamentario del Polo de apellido Navas ha denunciado disciplinariamente ante el Procurador al general, Alejandro Navas, al comandante de las Fuerzas Militares por “impedir” el nombramiento del abogado Jorge Ibáñez en el caso que adelanta la Corte Interamericana por el Palacio de Justicia. Según han informado los medios, aunque parece que esta noticia no es totalmente correcta, las Fuerzas Militares no dieron su aval al nombramiento de Ibáñez que había manifestado que “defendería” a Colombia reconociendo responsabilidad por los supuestos desaparecidos.

Hay que reconocer que la “defensa” de Colombia ante la Corte ha consistido casi siempre en “reconocer” responsabilidad  por hechos de los paramilitares. Esta “defensa”, por supuesto, es cobarde y gratuita. La jurisprudencia internacional no fija responsabilidad al Estado sino por hechos cometidos por sus agentes o por particulares aupados por el Estado. ¿Será que los paramilitares eran fuerzas al servicio del Estado?

Así que optar por el camino de reconocer responsabilidad por los supuestos desaparecidos del Palacio es el camino trillado y fácil. ¿Quién se preocupa por el Estado, por su imagen y por su dinero, que es el de los colombianos que pagamos impuestos? Defender al Estado como corresponde no es fácil –y menos ante una Corte que nunca ha aceptado los argumentos de Colombia y que rechaza con frecuencia las pruebas que se presentan—y ha suscitado reacciones de la izquierda con el argumento de que se atropellan los derechos de las víctimas. Por los derechos de las víctimas debe responder el victimario, en este caso el M-19, ya que no hay prueba judicial definitiva sobre los dos desaparecidos –no once, como dice la demanda contra Colombia—de que se habla pues las sentencias locales no están en firme. Y si las tuvieran, la Corte no sería competente pues su jurisdicción es supletoria.

Las Fuerzas Armadas, que pusieron el pecho en este incidente, tienen todo el derecho de defender su nombre y el del país, pero eso no le gusta al parlamentario que, creo yo, todo lo que busca es darse un poco de vitrina en los medios. Poca cosa.

 

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Coda uno: Hay columnistas que creen que es gracioso hacer chistes malos y ofensivos a costa de personas o entidades. No hay tal. A la gente de bien no le gusta la chabacanería.

Un columnista dijo recientemente que el Vaticano era tan pequeño que debería fundar y presidir una Organización de Micronaciones Unidas y que el cónclave debería elegir a Berlusconi como papa. Ese pequeño Estado -aunque le duela al chistoso-  tiene relaciones diplomáticas con 179 naciones, tres veces más que Colombia. A la despedida del papa Benedicto fueron más de 200.000 personas y nada ha recibido más atención de la prensa mundial que su renuncia y el cónclave que se avecina.

Coda dos: Evo Morales se va para Caracas cada vez que puede. Si yo fuera él, haría lo mismo con tal de salirme del oprobioso régimen autocrático que impera en Bolivia.