Se habla mucho de la reactivación de la economía, de la industria y del país. Incluso yo hablo e insisto mucho en la reactivación de la aviación. Pero muy poco se habla o nada sobre la reactivación de la felicidad. Ese es un tema interno de cada uno pero muy dependiente del exterior. Pues el exterior, medidas gubernamentales esencialmente, afectan muchísimo el interior y por ende la felicidad. Afectan el ánimo. Es decir la actitud, la disposición el temple.
El ser humano es un ser social por naturaleza y en este momento solo podemos socializar virtualmente. Cosa que personalmente detesto. La felicidad es un estado de grata satisfacción espiritual y física. Mi percepción es que la gente no está feliz por obvias razones. Ni siquiera aquellos que no tienen ninguna necesidad económica ni de ninguna naturaleza lo están. Otros la aparentan.
Y para lo que viene es muy importante que todos estemos espiritual y físicamente satisfechos. ¿Lo estamos? Esa pregunta es muy importante pues ciudades muertas, noticias alarmantes y amarillistas, noticas falsas, incertidumbre, medidas gubernamentales que solo generan desasosiego y la sensación de que lo único seguro es la muerte, nos despojan de la felicidad y del ánimo. Entonces esto hace que exista una doble lucha individual: la de cuidarse contra el Covid-19 y contra la infelicidad.
Pienso que el Gobierno tiene la obligación de ayudar a que la gente recupere la felicidad que le ha sido arrebatada. Pues ha generado un estado de incertidumbre en la población. No ha tenido un buen manejo de la comunicación. Por el contrario, mensajes confusos y contradictorios que hacen predecible hacia dónde vamos. Que no es otro lugar que un aislamiento obligatorio que limita el ejercicio de libertades fundamentales durante todo este año.
El Gobierno, lo ha informado a cuentagotas, hecho que considero estúpido es decir necio y falto de inteligencia. Pues le ayudaría al pueblo saber a qué atenerse con seguridad. ¿Cierro mi negocio o me espero al levantamiento del aislamiento obligatorio a ver si lo logro salvar? Esa es la pregunta que se hacen día y noche miles o millones de colombianos que viven del día a día -aunque quedó demostrado que grandes y pequeños negocios vivían del día a día es decir todo parece que era puro bluf-.
De manera que el Gobierno termina siendo responsable de nuestra felicidad, aunque es claro que es un tema interno de cada uno afectado por el exterior. ¿Qué medidas ha pensado el Gobierno para reactivar la felicidad de los colombianos? Pues como lo dice el popular adagio: no solo de pan vive el hombre. Una forma puede ser mediante la forma como se comunica con la gente. Frases como “no estamos para rumbas ni fiestas”, sólo transmiten a la gente el mensaje de que estamos es para estar asustados, tristes y con miedo. ¿Es esa la condición física y espiritual en la que el leviatán nos ordena estar y nos quiere ver?
@ReyesJuanfelipe