Una de las mayores preocupaciones de la Aerocivil en este momento es su propia renovación generacional. De hecho, este tema fue objeto de debate en el reciente foro sobre transporte aéreo organizado por Aerocivil, y cuyo objetivo fue determinar los lineamientos del sector aéreo y establecer una hoja de ruta llamada “Plan Estratégico Aeronáutico 2018-2030”.
La renovación generacional de la Aerocivil consiste en incorporar a dicha entidad, de manera transparente, al mejor talento humano, para que reemplace una serie de funcionarios claves en los cuales reposa todo el know-how de la Aerocivil. Dicha renovación debe ser gestionada para que el conocimiento fundamental permanezca en la entidad. En otras palabras, se busca para la Aerocivil, lo mejor de lo mejor, gente apasionada al sector y con ganas de permanecer en dicha entidad, tal y como los que están por salir lo son. Pero, si bien aplaudo esta iniciativa, debo decir que no solo se necesita una renovación generacional al interior de la Aerocivil, también se necesita que haya un relevo generacional al exterior de esta, en los conocidos consejeros externos de Aerocivil.
Si se quiere liderar a la Aerocivil de cara al futuro, lo que menos se debe hacer es consultar a los mismos de hace 15 o 20 años sobre cuál debe ser el futuro de la aviación en Colombia pues ellos son el pasado, y sentarnos a escribir la hoja de ruta del sector aéreo con base en lo que los mismos de siempre ya han sugerido muchas veces, sin éxito, no tiene sentido. Hay que explorar nuevos jugadores y salirnos de la zona de confort que nos lleva a consultar a los mismos de siempre.
Hay nuevas generaciones con nuevas ideas y mejor input y lo más importante, lejanos a los conflictos de intereses y favorecimientos, que, de verdad, pueden darnos nuevas luces sobre el futuro del transporte aéreo en Colombia. La Aerocivil no está preparada para el relevo generacional y es importantísimo que este proceso empiece ya mismo, antes de que salgan los que tienen el conocimiento. Se necesita el apoyo del gobierno para que esta misión pueda hacerse de una forma inteligente, eficiente, transparente, pero, sobre todo, ajena al común denominador de un puesto público, la palanca política, que ha sido la única condición para el acceso a cualquier trabajo en el Estado, no solo en la Aerocivil.