El Fiscal de la Nación, Francisco Barbosa, abrió a luz pública su portafolio para iniciar el cargo, subrayando propiedad ideológica y actitud personal, para cumplir mandatos de Ley. “El fiscal seré yo, nadie más”.
Este principio queda registrado por primera vez en la historia del país, al ratificar independencia partidista con respeto a distintos estamentos de la nación y, desde luego a la ciudadanía. Como el dicho: “no llegó echando vainazos”
Nunca se había escuchado compromiso de imparcialidad de un ‘cuello blanco’, como denominaban a funcionarios oficiales años atrás, con genuflexión a la politiquería o al partido, al que pertenecían.
Esta observación es advertencia si se tiene en la cuenta que, en el país han sido muchos los personajes durante años, posesionados con aplausos, discursos y ramillete de flores, aromatizadas con lagarteria.
Y se puede afirmar que el portafolio del jurista Barbosa, deja claro que sus labores en ejercicio de funciones las aplicará, según los cánones para un Fiscal con letra jurídica; Ahora es buena intención como un reto frente a delitos.
Está probado que cuando hay ajustes en gobiernos, saltan lo discursos y declaraciones a prensa en montonera; quedan como ráfagas del arranque, sin mayores explicaciones y, menos, argumentan lo que deben hacer.
Del anticipo del fiscal se concluye que las decisiones no estarán ceñidas a criterios de expresidentes de la República o cabezas directivas de partidos políticos. Como dicen los árbitros en deportes, “El juez soy yo.”
La decisión significa que si se ve obligado a hacerlo, ojalá diga en verdad por qué se recurrió a una consulta de esa característica; Debería establecerse como exigencia a todo funcionario.
Es válido destacar que lo comprometido por el Fiscal Barbosa ojalá se despliegue como ejemplo para los nuevos funcionarios en Gobierno o trasladados de una cartera a otra.
Otra cosa es que nuevo ministro o director de entidad estatal fije su rumbo, para eficiencia y cumplimiento de lo prometido; porque son muchos los ojos encima de la nómina de eventual lagarteria.
Los objetivos de actuación deberían seguirse en regiones, incluidos concejos municipales y asambleas departamentales; algunos forman coros interpretados por asesores en la pista de corruptela.
Sin catarata promesera, expedir un Manual de Compromiso con la ciudadanía sería carta de vuelo administrativo en departamentos y municipios, como garantía para cumplir a la comunidad.
En agresión y destrucción de ciudades en marchas de protesta, la ciudadanía espera que desenmascaren, financiadores de los vándalos, pagos por Eln y disidentes; Parece que fueran del Comité de Paro, salen de primeros a la calle.
Esa protesta es criminal. Con agresión, se convirtió en desprecio; Con ley, es ejemplo de reto, al delito.