Los hechos al cierre de año no sorprenden a ningún colombiano. Se presumían. Ahora se encuentran los destrozos, con ángulos confusos a dos días de abrirle la puerta al año que entra.

En el Congreso de la República se salva, en parte, la implementación del Acuerdo de Paz, sin desconocer que los ajustes deben ser precisos y que se vean, no porque lo diga la oposición prepotente, sino analistas independientes, sin fanatismo y con cabeza en su sitio.

Un primer ángulo es el “carretazo económico,” que siempre anticipan los gobiernos para cambiar el sabor. Esta vez la Reforma Tributaria huele a costosa. Los tres puntos de incremento en  IVA serán multiplicadores de precios.

El IVA de 19 por ciento en canasta familiar, así sea para un 60 por ciento de productos, y materias primas para industria de alimentos, disparará alzas.

Cada sector incrementará precios, buscando compensar el reajuste que pagará en tributación. Se requiere estricto sondeo al costo de vida por parte de organizaciones particulares. Poco se confía en boletines oficiales.

Todos los estratos tendrán golpe en el bolsillo. El impacto más fuerte se sentirá en el salario básico, cada vez más mínimo. El trabajador común dice que, a empresa apretada, desempleo fijo.                                                         

Sigue pendiente saber cuánto suma el Fondo Financiero para Posconflicto, con dineros donados por varios países. Debe conocerse el total, dónde está, y si se ha utilizado, y para qué.

El segundo ángulo es descomposición en salud pública y EPS. Varias Empresas Prestadoras de Servicios están a punto de cerrar. Sin recursos económicos, no tienen vida. Las deudas aumentan.

El tercer ángulo es corrupción imparable que le está ganando al narcotráfico. Los sobornos de Odebrechet deben revelarse sin tapujos, ni cortina politiquera. No importa si los sobornados eran de la Presidencia o ministerios en 2009.

Así como la justicia de Estados Unidos obligó a la FIFA a destapar sobornos con federaciones del fútbol mundial deberá hacerlo la Fiscalía colombiana con  Odebrechet. No por imitar, sino porque es hacer justicia al grano.

La corrupción perfora la economía nacional y los valores humanos. Es ahora renglón laboral oculto. Pululan las empresas de fachada.  

Este columnista no deja de ser reportero, por eso, toma opiniones espontáneas de quienes no tienen acceso a medios de expresión pública. Las predicciones no caben en este momento. La realidad ganó espacio.

Con sabor amargo comienza 2017. En bandeja están tributaria costosa, economía desacelerada, con importación desenfrenada, desempleo asomando, salud colapsada y corrupción desbordada.

 juanalcas@yahoo.com