Es costumbre universal, muy arraigada entre nosotros, que al entrar en lo que comúnmente llamamos un año electoral se hagan toda clase de cábalas y predicciones.
Aunque han salido ya algunas encuestas, creo que ellas no reflejan las verdaderas tendencias que tendremos al no haber preguntado toda vía por algunos candidatos que podrían jugar un destacado papel.
Por ejemplo, sorprende que después de su brillante gestión, German Vargas Lleras sea el puntero, pero con un bajo registro porcentual, obligándolo a plantearse muy difíciles alanzas.
Tampoco se mide aun a Luis Alfredo Ramos, quien de resolver pronto su lio judicial, como es previsible, podría ser un candidato con opciones.
Además, la baraja de posibles nombres de la izquierda toda vía puede variar. Eventualmente entrarían algunos o saldrían otros.
Sin ir más lejos, Petro tiene sin resolver en el Consejo de Estado una sanción de la Procuraduría, que fue suspendida transitoriamente pero a la espera de un pronunciamiento definitivo.
Cosas semejantes ocurre en partidos como la U, Liberal y Conservador. En la U, a la fecha no saben si tendrán como candidato al actual embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón o eventualmente al senador Roy Barreras. Aunque no descartan tampoco quedarse sin candidato y hacer alianzas.
Sucede también, en el partido Liberal donde ni siquiera el tristemente célebre, para muchos, jefe negociador en la Habana, Humberto de La Calle despierta, al menos hasta hora, interés alguno en sus electores, como tampoco lo hace el Ministro Juan Fernando Cristo ni el Senador Juan Manuel Galán.
Ni qué decir del partido conservador, otrora importante jugador electoral, aunque hoy títere de Santos, al que, en medio de su desorientación malogró la posibilidad, que creyeron brillante cuando la imaginaron, de contar con un candidato de sus filas pero también santista hasta la médula, como es el actual Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, con el que suponían ir a la fija presentándolo como candidato continuista para esperar apoyo gubernamental reciproco.
Lástima que en su miopía no alcanzaran a percatarse sobre las desastrosas consecuencias que tendría la última reforma tributaria, apoyada por ellos con sonoros pupitrazos, que hizo naufragar todo el aparato económico, arrastrando también a su flamante candidato.
En otra orilla, siendo tal vez la más relevante por su tamaño, están los millones de votos que reúne el Centro Democrático, que desafortunadamente no pueden utilizar para elegir al ex presidente Uribe y no cuentan tampoco hasta ahora con candidato fuerte, estando obligados a hacer coaliciones para triunfar.
Por último, los votos de la base conservadora están lejos del actual Directorio mermelado. Por tanto esperan instrucciones de su jefe natural, Andrés Pastrana, quien negocia desde hace meses una fértil alianza con Álvaro Uribe.
Así las cosas, el candidato más fuerte saldrá, de ese acuerdo entre Uribe y Pastrana. En cuyo caso, para bien del país, la escogida podría ser la Doctora Marta Lucia Ramírez.
Marta Lucia tiene la experiencia para dirigirnos y su pensamiento es armónico con el de los líderes de dicha alianza.