Un grave fenómeno se está produciendo en la tierra en los últimos dos siglos y es el calentamiento global, un efecto que ha aumentado la temperatura en menos de dos grados centígrados y según las proyecciones al final del presente siglo podría llegar a 4 o 6 grados. El mundo está alarmado y en la pasada cumbre mundial del clima efectuada en Marraquech, donde asistieron 200 países, éstos se comprometieron a frenar el calentamiento de la tierra y no permitir que pase de los dos grados.
Pero para lograrlo las acciones deben ser decididas y certeras, pues la principal causa del cambio climático es la generación de gases de efecto invernadero producidos por la deforestación, contaminación de las aguas, destrucción de los ecosistemas, la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón produciendo dióxido de carbono, a la perforación de la capa de ozono permitiendo la exposición de los rayos ultravioleta, la producción de animales en cautiverio, los desechos solidos no biodegradables, la basura tecnológica, el incremento automotor a nivel mundial, el aumento de las plagas, los vapores del agua, el hacinamiento poblacional sin condiciones adecuadas de vida, la explotación mineral indiscriminada y muchas otras causas que contribuyen a este fenómeno.
Los glaciares se están recogiendo a pasos acelerados, diariamente se desprenden varios metros de hielo en el Ártico y la Antártida que se convierten en agua aumentando los niveles del mar. Los desiertos cada vez se amplían, las selvas y bosques se reducen, la fauna se extingue y las plagas aumentan. Los terremotos son más frecuentes, los volcanes hacen erupción por mayor sensibilidad, los ciclones y tormentas tropicales se precipitan.
Los corales principales productores de oxígeno se están muriendo día a día, la pesca incontrolada reduce significativamente la reproducción de las especies acuáticas y los alimentos naturales van escaseando mientras los artificiales a base de químicos y producción en cautiverio los van reemplazando.
Nos encontramos pues en S.O.S por el cambio climático, aun la COP 22 de la ONU que cerró con acuerdos de acciones efectivas antes del 2020. Posiciones como la anunciada por el electo presidente de los Estados Unidos Donald Trump, quien no cree en el cambio climático, considerándolo una farsa, hacen preocupante el control del calentamiento global, pues Norteamérica y la China son los principales causantes de los efectos de gases invernadero.
Podríamos decir que nos estamos autoliquidando, nos dejamos llevar por el frenesí de la vida moderna, por la búsqueda progresiva de la comodidad y el placer, atentando ciegamente contra nuestro hogar común que es la tierra.
El Papa Francisco se lo advirtió al mundo en su encíclica Laudato Si (Alabado Seas) donde pide reflexionar sobre el cuidado de la creación. Es posible que nosotros no alcancemos a ver ni vivir la hecatombe ecológica, pero irresponsablemente estamos quitándole posibilidades de vida a nuestras futuras generaciones, teniendo un regalo de Dios, un planeta maravilloso y hermoso que nos da todo pero no lo sabemos apreciar.