Todo nos queda grande | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Enero de 2018

Necesitamos una nación donde la corrupción no sea una forma consentida de gobernar.

Javier Diez Canseco.

 

Iniciamos un nuevo año nuevo con más incertidumbres, preocupaciones y nostalgias que con optimismo y esperanza.

Da tristeza reconocerlo, pero en general, a los colombianos todo nos está quedando grande.

Nos quedó grande y ya lo he dicho en otras notas, administrar y beneficiar a nuestros cultivadores a través de La Federación Nacional de Cafeteros, porque despilfarraron a manos llenas el Fondo Nacional de Café y sus grandes empresas y nadie responde por eso. Miles de millones de dólares manejados en el exterior, tirados al bolsillo de unas pocas empresas multinacionales y de algunos compatriotas del más alto nivel como dicen los de la capital.

No fuimos capaces de organizar nuestra salud, creamos EPS para que se perdieran la plata del bienestar de los colombianos y ya hay un hueco de más de seis billones de pesos y nadie responde. 

Miles de millones de pesos robados descaradamente en Reficar, no pudimos hacer una refinería con la plata justa y necesaria, se robaron más de diez veces su valor real y no la hicieron bien.

Las carreteras las hacen con poco asfalto para que sea necesaria repavimentarlas en poco tiempo.

Cambian de nombre a las entidades cuando la corrupción las hace colapsar como la mejor manera de tapar y crean una nueva para desaparecer las evidencias.

No fuimos capaces de hacer los Juegos Deportivos Nacionales en Ibagué, porque se robaron toda la plata y nadie controló.

Nos está quedando grande, muy grande hacer la paz, porque no era solo firmarla, hay que asimilarla e entronizarla en nuestros corazones y protegerla como el máximo bien de los colombianos. Nuestros campesinos tienen derecho a morir de viejos.  

 Nos quedó grande hacer política, la estamos degradando cada día más, es más baja, es una generadora de odios, ya no crean opinión, están más dedicados a lo personal y no a lo colectivo, esgrimiendo calumnias y no tesis.

Nos quedó grande hacer minería amigable con el medio ambiente. Nos quedó grande recuperar nuestro rio insignia, el majestuoso Magdalena.

Nos quedó grande recuperar el ferrocarril y hacer el metro de Bogotá.

Nos está quedando grande recuperar las zonas que desalojaron las Farc y ya están en manos de bandas criminales.

Nos quedó grande defender nuestros mares insulares y defender nuestra autonomía territorial.

Nos quedó grande atender nuestros niños Wayuu, que poco a poco mueren por falta de atención.

Nos quedó grande proteger a nuestra industria nacional, de la avalancha de productos chinos.

Nos quedó grande defender al viajero aéreo del abuso de los precios en los tiquetes.

Y así podría continuar escribiendo en este muro de las lamentaciones, pero lo que se trata es de golpear nuestra conciencia nacionalista y exacerbar ese amor por nuestra Colombia, para que juntos construyamos un país amigable con sus habitantes.

Pensemos este año positivamente, dejemos los errores como experiencias, superemos nuestras propias fallas, asimilémoslas colectivamente, porque son tan responsables los elegidos como los electores y los abstencionistas que no se pronuncian.

lorenarubianof@gmail.com