Desde el momento en que la FIFA declaró a Catar como sede del mundial, se evidenciaron serios cuestionamientos sobre sobornos y actos inescrupulosos para dicha elección; cerca de 10 directivos fueron investigados por las autoridades de Estados Unidos, incluyendo el presidente de la época Joseph Blatter.
Son múltiples las denuncias relacionadas con la explotación y los abusos a los migrantes que trabajaron en la construcción de los modernos estadios, en su mayoría provenientes de Bangladesh, India y Nepal. Trabajos forzados, pagos de comisiones a contratistas para obtener un cupo y condiciones de vida indignantes, son parte de los sistemáticos abusos. Son comprobadas las violaciones de los derechos humanos de la población; las leyes son absolutamente represivas en relación con la libertad de expresión, y, constantemente, son detenidas personas que critican al Gobierno o se pronuncian frente a la situación vivida por los trabajadores foráneos, que se calculan en cerca de 1.7 millones y construyeron alrededor del 95% de la totalidad de las obras.
Hace algunos meses, múltiples organizaciones de derechos humanos dirigieron una comunicación a la FIFA, en la que se pone de presente los abusos generalizados y señalan como riesgos previsibles todo lo ocurrido. Así mismo, añaden que la FIFA también tiene responsabilidad de reparar a los cientos de miles de trabajadores perjudicados, por lo que deberían reservar no menos de 440 millones de dólares, que corresponden a los premios ofrecidos a las selecciones participantes en el mundial. No es de extrañar que, en el futuro, algún tribunal se pronuncie sobre esta situación, y termine por vía judicial obligando al máximo órgano del futbol mundial a pagar cuantiosas sumas de dinero, por hechos ampliamente conocidos con anterioridad al 2010, cuando la FIFA concedió a Catar la organización de la copa mundo de fútbol.
De otro lado, los derechos de la población LGBTI, no existen. Se considera un delito las relaciones sexuales de las personas del mismo sexo y las fuerzas de seguridad del Estado, además de detener a esta población, los obligan a asistir a sesiones de terapia como requisito para obtener su libertad. En cuanto a las mujeres, existe una especie de tutela por parte de los varones sobre ellas, esto es, se requiere permiso del esposo o familiares, según el caso, para ejercer cargos públicos, estudiar fuera del país, contraer matrimonio, etc. La legislación es desventajosa en relación con la familia, por lo que acceder al divorcio tiene serias dificultades económicas para las mujeres.
Con gran cinismo, Joseph Blatter presidente de la FIFA para el 2010, señaló hace pocos días que fue un error la sede para Catar, entre otras razones por tratarse de un país demasiado pequeño. Olvida este longevo dirigente que, según informes de prensa, su decidido apoyo a ese país, fue condicionado a su reelección como presidente, a la que tuvo que dimitir con posterioridad, precisamente por las graves acusaciones en su contra. Da pesar que un evento tan esperado por gran parte de la humanidad, donde el juego limpio se promociona como bandera y ejemplo, se vea empañado por hechos tan desafortunados.
En todo caso, las selecciones son las menos responsables por tantos desafueros, y habrá que disfrutar de este espectáculo, a pesar del cambio de fechas y las altas temperaturas que ya están golpeando el rendimiento de los jugadores durante los entrenamientos. No estoy de acuerdo con quienes cuestionan a los participantes o le reclaman opiniones políticas al respecto. De ellos, esperemos buen fútbol, como el de Argentina, mi selección favorita.