La Policía Nacional de Colombia es mucho más que una institución auténticamente arraigada en la evolución de nuestra nación. Quien quiera conocer el proceso histórico del Colombia solo debe consultar la trayectoria de la Policía Nacional que, en verdad, es una gran empresa, capaz de desplegar vastas redes de empleo con cobertura nacional, generando oportunidades laborales en todos los niveles y rincones del país.
Se trata de una organización que beneficia a familias enteras, cubriendo los estratos sociales con ventajas laborales significativas en salud, vivienda, seguridad social y pensional, entre otras prebendas. Su compromiso con una misión clara, esa visión proactiva y valores corporativos sólidos, la convierten en proveedora de un producto de alta demanda: la seguridad en todas sus formas.
El presupuesto de la Policía Nacional aunque reducido y austero refleja su importancia económica, generando significativos movimientos financieros a niveles nacionales para la industria, el comercio, la banca y aun de la construcción, pues en su desarrollo administrativo y financiero contempla rubros de inversión, mantenimiento, gastos de personal y operativos, además de infraestructura y equipamiento donde impulsa diversos sectores y una parte sustancial de la economía, consolidándola como un motor esencial para el país, de ahí que sostenemos se trata de una gran empresa.
Esta gran empresa es gerenciada por uno de sus miembros más destacados, identificado como el Director General, persona precedida de una gran experiencia por haber laborado en la organización a través de muchos años, escalando uno a uno los peldaños y cargos que lo acreditan como conocedor de los andamiajes administrativos y operativos que demanda el correcto funcionamiento de la empresa que debe dirigir. Esta posición no solo requiere conocimiento profundo del entorno, sino también una visión estratégica que asegure la eficiencia y efectividad de la Policía Nacional en el cumplimiento de sus objetivos.
Es esencial comprender que esta empresa, a la que nos referimos, no se limita a ser una entidad administrativa; es un pilar fundamental del orden y la seguridad en Colombia, por lo tanto, es inapropiado que algunas autoridades del orden nacional, departamental o municipal, así como políticos, empresarios, comerciantes y ciudadanos del común que, sin el conocimiento necesario, propongan cambios o reformas, ignorando las complejidades y desafíos que enfrenta la institución. Es vergonzante escuchar personalidades escudado sus falencias en posibles errores de esta gran empresa y pidiendo a gritos trasformaciones improvisadas y riesgosas.
Los directivos contemplan en sus ejecutorias constantes ajustes venidos de la evolución tecnológica que impulsa el progreso universal, y la capacitación del recurso humano es evidente a más de palpable. Por todo lo anterior, el país en general y los gobiernos a todo nivel, deben cuidar que en los presupuestos, reflejen recurso suficiente para el funcionamiento de nuestra gran empresa.