TODA la nación está desconcertada ante desorden, improvisación y forcejeos de todas las tendencias políticas en Senado y Cámara; discuten más que legislar sobre el Plan Nacional de Desarrollo y las objeciones del presidente a Justicia Transicional de Paz.
La expectativa deseada para fortalecer la plataforma del país, en la segunda parte del año, requiere estructura bien ensamblada con economía, desarrollo, equidad social, salud y educación, Todo real y no simplemente un sueño.
A las claras se observó en el pasado periodo de convocatoria del Congreso el desconocimiento a fondo del contenido propuesto, de acuerdo con las intervenciones de la mayoría de integrantes de los distintos partidos políticos.
En objeciones a la JEP la tensión se centró en la extradición, en casos para cuando haya que aplicar justicia, sin los colados, de narcotráfico, paramilitares, bandas armadas y delincuencia común, quienes de hecho, no pueden pertenecer al acuerdo.
Los dos proyectos en globo de pronto regresan a Senado y Cámara, una vez salga el pronunciamiento de la Corte Constitucional; Repetirán lo alegado, más que lo debatido, por el viento politiquero que impera.
El concepto de la Corte Constitucional, al final, será luz que, desde su ángulo, imponga orden y obligue al Congreso, de manera indirecta, a aplicar los fallos, que serán Ley.
La Corte ojalá no tarde su pronunciamiento. Como el dicho: -la demora, perjudica- y de manera estruendosa, a sectores privados, que corren el riesgo de perder negocios e inversiones para el año.
Los amantes de la hermenéutica jurídica aplaudirán, de lograrse buena ayuda de la Corte, precisando los procesos que le corresponde aplicar a la -JEP- como órgano ejecutor del acuerdo de Paz.
El PND y las objeciones a la JEP necesitan divulgación sobre el contenido de los artículos, porque la ciudadanía desconoce las propuestas y, además está saturada de la reiteración de disculpas del Congreso, especializado en dilatar todo lo importante.
La demanda de la Andi al PND ante la Corte es válida; hay costos por fijación de aranceles a importaciones de textiles y confecciones, así como a materia prima para producción. El destino es eliminar más cargas tributarias.
Así, el globo está sumiendo al país en escepticismo y sin rumbo definido; vuela con dudas y nudos en salud y sin vuelco en EPS, ni reformas en educación, para así sustentar la prometida equidad social.
Ojalá la experiencia vivida indique al Gobierno que en adelante no debe presentar al Congreso paquete de proyectos al mismo tiempo y, a la carrera; eso formó el nudo politiquero.
Y que los planes no se difundan como jarabes sino como programas, para beneficio ciudadano. Por ahora, el globo seguirá volando bajo.