Muchas personas tienen adicción al trabajo sin siquiera estar conscientes de ello. Esta es una patología que, si no se reconoce a tiempo, puede afectar la calidad de vida. Frente a este panorama, es importante identificar las señales de alerta para saber si se requiere de ayuda.

“Una persona con adicción al trabajo es alguien que trabaja compulsivamente, que experimenta una incapacidad para limitar la cantidad de tiempo que dedica al trabajo a pesar de las consecuencias negativas, como el daño a sus relaciones o su salud”, sostiene Paula Cabalen, CEO de Consultophy, firma argentina con experiencia en el ámbito de los Recursos Humanos.

Asimismo, la experta indicó que los trabajadores no se dan ese permiso de “tener más espacio en su vida personal”, de modo que prefieren decirse a sí mismas que no es posible un tiempo de relax y así siguen repitiendo patrones familiares aprendidos.

“Basándome en mi trabajo y estudios propios y de entidades, he visto, paradójicamente, que todos quieren disfrutar de la vida, y que, por esa razón, muchos abandonan su labor, pero otros prefieren dedicarse a su profesión”, añadió.

Cabalen explicó que, de acuerdo con el Departamento de Ciencias Psicosociales de la Universidad de Bergen, hay ciertos rasgos que pueden identificar si una persona es adicta al trabajo. Estas son diez claves que determinan si se es dependiente a la labor diaria.

1. La persona parece estar en una carrera contrarreloj.

2. Se encuentra continuamente trabajando después de que sus compañeros ya lo han dejado.

3. Es más importante trabajar duro, incluso cuando no se disfruta de lo que se está haciendo.

4. Ir a la oficina es más un impulso interno.

5. Se dedica más tiempo en la oficina que a estar con los amigos o familia.

6. Se hacen dos o tres cosas al mismo tiempo, como comer y tomar notas mientras se habla por teléfono.

7. Sentir culpa cuando se tiene un día libre.

8. Resulta difícil relajarse en los momentos libres.

9. Se pasa mucho más tiempo en la oficina de lo previsto.

10. Trabajar para reducir los sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia o depresión.

11. Varias personas del entorno familiar piden que se dediquen menos horas al oficio diario.

12. No se le da prioridad al esparcimiento.

13. Se trabaja tanto que ha influido negativamente en la salud.

14. Se tiene muy poca vida social.

Expertos de Mundo Sicólogos también identificaron otras señales como:

-Se buscan mil excusas para no descansar: estas personas siempre tienen algo más que hacer a la hora de tomar vacaciones y poder descansar. Dos semanas lejos de su trabajo pueden parecerles una eternidad insoportable. Su familia ni siquiera logra llevarlas un fin de semana al campo o a la montaña.

-Estar conectado las 24 horas del día: viven conectados permanentemente, los siete días de la semana desde el teléfono o por medio de su servicio de correo electrónico. Jamás salen a la calle sin su laptop o tablet. La red de internet es tan vital y necesaria como el aire que respiran.

-Llevarse el trabajo a casa: todos alguna vez se han llevado pendientes del trabajo a casa, pero para quienes tienen adicción al trabajo tal comportamiento es algo habitual, aunque esos pendientes no sean urgentes. Se recuerda que el hogar es un espacio de descanso y convivencia con la familia, por lo que se debe respetar ese espacio.

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-No saber decir que "no": siguen tres mandamientos, aunque ello les cueste la salud: "no digas no a tu jefe"; "no digas no sé" y "nunca digas no puedo".

-No tener vida social: quienes sufren de esta patología solo tienen una relación con su trabajo. No piensan en una vida social e incluso no la tienen, porque ponen el empleo por encima de todo.

-Querer tener el control de todo: el “trabajoadicto” a menudo necesita sentir que tiene el control directo de todas las tareas; le cuesta mucho delegar en otros compañeros. Piensa que nadie puede hacerlo suficientemente bien y que, por lo tanto, tiene que estar siempre trabajando.

-Adicción al móvil o celular: generalmente a la persona le obsesiona que pudiera llegar un correo electrónico o un dato, y por eso siempre está pendiente de su celular y se pierde momentos valiosos con la familia. Por ejemplo, la hija hace un castillo de arena en la playa, pero él ni lo mira porque no deja de repasar su móvil.

Adicionalmente, se identificó una serie de características de personalidad conocidas como adicción al trabajo.

Afables: es más probable que sean altruistas, obedientes y modestas.

Neuróticas: tienden a ser nerviosas, hostiles e impulsivas.

Intelectuales y creativas: son generalmente inventivas y orientadas a la acción.

En el estudio se encontró que los trabajadores jóvenes tenían más probabilidades de ser adictos al trabajo.

Los padres, sin embargo, eran más propensos a verse afectados, en comparación con los que no tenían hijos.

¿Cómo prevenir?

Algunas estrategias de prevención para este tipo de adicción consisten en:

-Aprender a distribuir el tiempo de forma saludable, combinando el trabajo y la vida privada.

-Cuando existe algún síntoma o riesgo de padecer adicción al trabajo, se puede acudir a grupos de apoyo para hablar de las dificultades.

-Tener el acompañamiento de un coach que facilite al trabajador alcanzar las metas laborales de la mejor forma posible e impulsar el trabajo en equipo.

Asimismo, cuando ya existe algún caso de adicción al trabajo diagnosticado, se puede pedir asesoramiento y psicoterapia para redirigir la obsesión, modificar las conductas compulsivas y detectar las causas de las mismas.