Ahora la salsa es…sinfónica | El Nuevo Siglo
Foto cortesía andigomet
Viernes, 29 de Junio de 2018

UNA apuesta que por lo innovadora y arriesgada no sólo resulta atractiva sino que se da por descontado su triunfo es la que harán, en pocos días, la Orquesta Sinfónica de Colombia y el cantante Yuri Buenaventura.

Se trata de “Manigua”, donde la salsa y el bolero, géneros interpretados con la maestría de Buenaventura se fusionan con los acordes sinfónicos de la emblemática orquesta para un imperdible concierto, este 4 de julio en el Teatro Colón, de Bogotá, a las 7:30 de la noche.

Esta fusión de talentos estará bajo la batuta del maestro Paul Dury y será, sin duda, un evento que llevará a los asistentes a explorar maravillosas sensaciones musicales al mezclar el sabor de la salsa, el sentimiento de los boleros y la majestuosidad de la música sinfónica.

 La Orquesta cuenta con amplia experiencia al fusionar estilos. En anteriores ocasiones, ha desarrollado con gran éxito proyectos como Fonseca Sinfónico, con el que ganó un Grammy Latino en el 2014. También ha ofrecido conciertos con reconocidos artistas de la música pacífica colombiana, como Hugo Candelario, y con renombrados cantantes como Cepeda y Carlos Vives.

 El concierto “Manigua” cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y promete ser una experiencia llena de gozo y sabor. Yuri, dueño de un estilo musical influenciado por los tambores y la marimba de su Buenaventura natal y por la música europea, cantará en la noche del 4 de julio 15 temas musicales como Ne me quitte pas, versión en salsa de un clásico francés que lo catapultó a la fama en ese país; también cantará Valle de rosas, Vagabundo (tango) y el bolero Amor eterno, entre otros.

Colombia, quien vio partir a Yuri a tierras extranjeras desde muy joven, esta vez tiene el turno para apreciar y vivir su música, su voz y sus experiencias hechas canciones. Francia siempre lo ha aplaudido, esta vez los aplausos sonarán en el Teatro Colón de Bogotá.

Un mundo musical

Desde su infancia Yuri estuvo en contacto con la música europea, los cantos gregorianos, la música clásica y la canción francesa, toda esta, música que su padre escuchaba. Con la misma intensidad se encontró con los tambores, la marimba y los cantos africanos que resonaban en su Buenaventura natal de espíritu negro. Esta polaridad de estilos musicales, marcó su obra.

Yuri invita a sus contemporáneos a escuchar el amor por la humanidad que transmite con fuerza la música afrodescendiente. Él se siente profundamente negro, no solo por el universo afro en el que creció, sino también por el hecho de que sus padres abrigaron su unión en la tierra del refugio de las castañas negras.

El artista, que ha vivido por muchos años en Europa, alimenta su obra con la influencia de diversos mundos y los entremezcla con los tambores de su infancia.

La salsa de Yuri se nutre de sus descubrimientos y acercamientos musicales a la obra de Paco de Lucía, James Brown, Louis Armstrong, Sammy Davis Jr., Nina Simone, Bob Marley, entre otros. Con ellos, él entiende que sus propios valores vibran más allá de su tierra. Se siente conectado con miles de seres y sonidos, africanos y afroamericanos, con la música española, la eslava y la magrebí. De esto deriva una libertad creativa que lo impulsa a explorar la universalidad de los instrumentos.

En 1995, como percusionista en el metro de París, tomó el micrófono y se vio impulsado a una aventura musical que no había imaginado. Reivindicando sus raíces, eligió a Buenaventura para su nombre artístico. Por esa misma época creó la impactante versión de Ne me quitte pas, la cual se situó en la cima de las listas de las canciones más escuchadas en Francia; tema que hace parte de su primer álbum “Herencia africana”, con el que Yuri hace un homenaje a África y también agradece a Francia por las oportunidades brindadas.

“Yo soy”, su segundo álbum, representó para el artista un gran desafío. Para ese proyecto el compositor trabajó con músicos famosos de Puerto Rico y grabó un disco con energía explosiva donde también abordó la increíble biodiversidad de su región natal. En catorce canciones captura la esencia de la salsa.

La música de Yuri Buenaventura recorre el planeta. Los innumerables viajes lo abren al mundo. Así, “Vagabundo”, su tercer álbum, reúne los sonidos de las músicas del mundo y refleja la diversidad humana que advierte en sus giras internacionales; la multitud de conciertos aunque alimenta su espíritu artístico, lo aleja de su familia y su puerto natal. Por eso, regresa a ellos con su cuarto álbum, “Salsa Dura”. A este le sigue “Cita con la luz”, en el que da por primera vez a la voz, un carácter más íntimo e individual.

Después de quince años de carrera, el cantante regresa a Colombia para revivir sus raíces. Se dedica entonces a ser un influenciador cultural en el país y a participar en acciones sociales en favor de los niños del barrio La Playita, creando la Fundación para la Infancia del Pacifico - FIP.

Yuri Buenaventura se siente colombiano pero no olvida todo lo que Francia, su país de adopción, le ha dado, por eso hace un tributo al país galo en el disco “Paroles”, donde adapta con su orquesta de salsa, las más bellas canciones de la herencia francesa de compositores como Aznavour, Brassens, Ferré, Brel, Nougaro y Moustaki, entre otros.

 

Yuri Buenaventura, dueño de un estilo musical influenciado por los tambores y la marimba de su Buenaventura natal y por la música europea, cantará 15 temas musicales acompañado por la Orquesta Sinfónica de Colombia./Foto cortesía andigomet