CON UN espacio de 1200 metros cuadrados en el Centro Comercial Unicentro, se inauguró la exposición Bodies, cuerpos humanos reales,  un recorrido en el que no solo se puede ver la anatomía y la ciencia, sino también el arte en su máxima expresión.

Esta exhibición ha sido la más vista en la historia con más de 30 millones de visitantes en todo el mundo y un recorrido que supera los 40 países cuenta con siete salas diferentes para la exploración de los sistemas como el óseo, muscular, circulatorio, nervioso, respiratorio reproductor y digestivo, que estará abierto al público bogotano hasta el 25 de agosto.

“Bodies nace a finales de los años 70, cuando se empieza hacer la técnica de la plastinación por el doctor Gunther Von Hagens, un médico anatomista que quería cambiar la metodología de enseñanza. Él impartía clases en una universidad alemana, pero antiguamente se trabajaban cuerpos solo en formol y él quería cambiar esa visión y poder ocupar cuerpos humanos reales plastinados”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Daniela Sanhueza, directora ejecutiva de Bodies.

Un viaje interactivo

El recorrido tiene una duración entre 45 minutos y una hora, cuenta con más de 100 órganos en forma individual,  ocho cuerpos completos y cinco torsos. El origen de todos los cuerpos es asiático, específicamente de China, ya que allí se encuentra uno de los dos institutos de plastinación que hay en el mundo.

Pero “algunos de ellos son voluntariamente donados por la persona o las familias para ser estudio de ciencia, como también hay otros cuerpos que nunca fueron reclamados y se tomaron como cualquier facultad de ciencia los toma para poder enseñar a sus alumnos”.

Aunque hace 10 años, Bodies había estado presente en Bogotá, una de las grandes novedades de esta versión es que los guías que reciben a los visitantes son profesionales en la salud, lo que lleva a una experiencia más completa y de esta forma “si tienes el mínimo dolor que puedes sentir en el cuerpo, puedes preguntar por qué pasa y cómo se puede curar”.

El cuerpo humano como arte

Para muchos, este tipo de exposiciones solo se limita a conceptos educativos, de ciencia y anatomía, pero el arte también está inmerso en Bodies, ya que no solo se pueden ver los cuerpos de forma estática y sin ningún sentido, sino también se da otra visión de cómo se ve el ser humano en las diferentes actividades diarias, lo que se debe a sus poses que caracteriza a cada una de las piezas. “Es como mirarte al espejo pero por dentro”, dijo la directora.

“El doctor que hizo esta técnica también es catalogado como artista precisamente por la forma que él le da al cuerpo. No solo se va a ver un cuerpo acostado, sino que se van a poder observar las distintas poses que va tomando según las acciones. Por ejemplo cómo se ve el cuerpo cuando está sentado, cuando baila, saluda. Es otra visión, se transforma en un arte a medida de que no solo se va a ver como en un libro un cuerpo disecado, sino que acá lo que se va hacer es ver el cuerpo en movimiento”, mencionó Sanhueza.

Aunque para algunas personas visitar esta exposición, en la que el cuerpo humano real es el protagonista, puede ser molesto o genere escepticismo, hasta el momento han tenido un nivel de aceptación muy alto, pues a diario recibe más de 800 personas y 2000 entre sábados y domingos.

Pasos

El secreto para que los cuerpos se mantengan perfectos y con una apariencia totalmente real es la implementación de la técnica de plastinación, la cual consiste en extraer los líquidos corporales y sustituirlos por polímeros como silicona y resina epóxica, componentes que permiten que los cuerpos estén intactos, con sus formas, colores y texturas habituales.

Para llevar a cabo este método hay que tener en cuenta cinco pasos: primero se hace una fijación y disección anatómica, donde se bombea formol para detener la descomposición, segundo se lleva a un deshidratado, donde se emplea acetona, en tercer lugar se hace una impregnación forzada con un caucho de silicona líquida y esta va ocupando lugares del cuerpo donde había agua y grasa.

Posteriormente a esto se les asigna una posición, “ya sea como una persona bailando, un hombre sentado o varias personas jugando ajedrez, entre otros más que se podrán ver en la exposición”. Por último se endurecen los cuerpos con resina, que hace un sellado y permite que pueda durar incluso hasta 100 años.