Bogotá recibe un dinosaurio de Llinás | El Nuevo Siglo
Foto Señal Colombia
Martes, 1 de Mayo de 2018
El neurofisiólogo colombiano en su conferencia en la Feria del Libro de Bogotá, reveló la sorpresa que trajo para todos los niños capitalinos. Se trata de un esqueleto de Tyrannosaurus Rex con su sistema nervioso que tendrá como casa Maloka

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El primer diseño del sistema nervioso de un dinosaurio junto con su esqueleto donados a Maloka, fue la revelación que el neurofisiólogo Rodolfo Llinás presentó en su conferencia “La pregunta difícil” llevada a cabo en la Feria del Libro de Bogotá.

El esqueleto del Tyrannosaurus Rex mide aproximadamente unos doce metros y se convertirá en la nueva atracción del parque temático interactivo de Maloka. Según Llinás, “hay dos cosas que impulsaron este proyecto. Primero, cuando era niño vi un tiranosaurio en New York y me maravilló su tamaño, pensar en cómo hacía cosas como ir al baño o comer. Luego con el paso de los años y mi amor por la biología, descubrí lo que me encanta, mirar cosas y apreciar otras como el cerebro y los dinosaurios. Entonces, Maloka para mí ha sido un centro muy interesante de ciencia y tecnología, me parece fantástico, pero no tiene una atracción impactante y por eso pensé, ¿por qué no le consigo un dinosaurio? Lo compré, se lo regalé y ahora lo armamos y es maravilloso. Es inmenso y es precioso, esa cosa se tuvo que cargar como en tres camiones. El placer de ver ese dinosaurio aquí en Colombia es asombroso, tienen que llevar los niños a conocerlo”.

El cerebro

El investigador agregó que “luego se me ocurrió: ¿por qué no hacer el cerebro del dinosaurio? Y empezamos a idear cómo será lo que pensaban estos terópodos y creamos el cerebro. Este será el primer dinosaurio con un sistema nervioso en el mundo y está aquí en Bogotá, diseñado en la misma ciudad. Los chinos me preguntaron por el cerebro de dinosaurio, que si lo puedo vender y yo les dije: no, pero a Maloka sí. Así que si quieren esta novedad tienen que referirse a Colombia, a Bogotá y a este grupo. Entonces vamos a exportar el sistema nervioso”.

El conversatorio que hizo Llinás contó con la presencia del escritor y periodista Pablo Correa, autor del libro "Rodolfo Llinás, la pregunta difícil", quien tuvo la tarea de presentar esta maravillosa obra. Correa contó secretos acerca de la vida del investigador, habló de la producción del libro y del documental, mientras el neurofisiólogo, al mejor estilo “cachaco” y con un acento un poco americanizado, respondió a cada una de las preguntas entre la ovación y la admiración del público.

Metáforas

“El doctor Llinás tiene una facultad de usar metáforas para comunicar las ideas. Si él llega a una clase de biología en la que vamos a hablar de potenciales de acción del calcio, suena imposible de entender y entonces él lo explica: eso es como cuando el hombre aprendió a usar el fuego. El calcio para las células es como el fuego para los humanos, un método de comunicación”, comentó el escritor.

Para responder a la pregunta de cómo se imagina la conciencia de un dinosaurio, Llinás explicó que “los dinosaurios piensan como dinosaurios, son como gallinas gigantes”.

El periodista Pablo Correa al referirse a la donación aseguró que “ésta es la más reciente muestra del amor que este aclamado científico tiene por Colombia, no siendo la única por ello. Mientras hacía la investigación para la bibliografía del académico descubrí un proyecto que el neurofisiólogo Rodolfo Llinás, junto al nobel de literatura Gabriel García Márquez, el investigador Carlos Eduardo Vasco, el historiador Marco Palacios, así como la microbióloga Ángela Restrepo, el ingeniero Eduardo Aldana, el experto en ciencias sociales Luis Fernando Chaparro, el economista Rodrigo Gutiérrez, el investigador Manuel Elkin Patarroyo y el físico Eduardo Posada, plantearon en 1994 y le entregaron al entonces presidente de la República César Gaviria Trujillo”, el plan con el que buscaban reformar la metodología de educación a través de la enseñanza como un conocimiento de una manera secuencial. Este proyecto fue archivado e ignorado por años y ahora en manos de Correa vuelve a la luz. “Hay que motivar a las nuevas generaciones, tenemos un gran potencial como país, científico y humano”, aseguró Llinás.

El documental “El cerebro y el universo” del director Gonzalo Argandoña, el cual habla sobre la vida y el trabajo del médico, fue el encargado de cerrar la velada, una muestra conmovedora que empieza con las imágenes de la niñez del neurofisiólogo mientras suena la voz de Llinás diciendo: “generalmente se recuerda secuencialmente. Si uno tratara de imaginarse el tiempo retrocediendo, sería sumamente difícil poder describir.”

La biografía

Los hallazgos científicos de Rodolfo Llinás son fascinantes y de una importancia capital para el estudio del cerebro a escala mundial. Muchos de sus descubrimientos, como el de los canales de calcio P, las propiedades intrínsecas de las neuronas o Ley de Llinás, sus patrones de oscilación y resonancia, ya hacen parte del canon de la ciencia, después de cientos de horas de entrevistas con Llinás, con sus familiares, amigos y colegas, y de otras tantas en la búsqueda de archivos y álbumes familiares. Pablo Correa desmenuzó los hallazgos del neurocientífico colombiano más importante de todos los tiempos.

Llinás desde muy pequeño fue una persona curiosa, inquieta y ávida de entender el mundo que lo rodeaba. En su infancia vivió en Bogotá con su abuelo, un neuropsiquiatra, quien fue una de las personas más influyentes en su vida. Su fascinación por entender el cerebro desde esa edad lo llevó por la ruta de la medicina y luego la neurocirugía, carrera que luego de un tiempo cambió para dedicarse a la neurociencia experimental, con la cual realizó una serie de descubrimientos que cambiaron la manera de entender la forma como las células se comunican.

“El cerebro es el todo, no somos cuerpo. Por ello cuando duermo ese yo muere, no existo. Al otro día al despertar un nuevo yo nace”, explicó Llinás.

Mientras realizaba su doctorado en neurofisiología en Australia con el Nobel de Fisiología Sir John Carew Eccles, Llinás conoció a la que sería su esposa y compañera de vida Gillian K, filósofa de la que se enamoró a primera vista, con quien tuvo dos hijos Rafael y Alexander.

Correa aseguró que cuando fue a entrevistar a Rafael, él le dijo que su papá es el hombre más inusual que haya visto en su vida, nunca volvió a conocer a alguien como él. Contó que cuando él estaba pequeño y veía a su padre como un hombre muy inteligente que se sabía todas las respuestas y él quería retarlo siempre. Un domingo le dijo: papá, yo quiero saber cuántas gotas tiene el océano y Llinás le dijo ‘buena pregunta’ y en ese momento fue y sacó libros, almanaques, atlas y todo lo que encontró en la biblioteca y después de todo el día calculando, regreso con un número inmenso, por lo cual él decidió que nunca iba a volver a preguntarle nada a manera de reto.