A comer saludable en vacaciones | El Nuevo Siglo
Sábado, 19 de Diciembre de 2015

Tener una alimentación saludable y balanceada es de vital importancia para que los niños adquieran los nutrientes y vitaminas necesarias para que puedan desempeñarse en sus actividades cotidianas y académicas, por eso es importante que los buenos hábitos alimenticios no cambien durante la próxima época de vacaciones.

 

Durante la temporada de vacaciones, comúnmente los niños e incluso los papás modifican notablemente la rutina diaria, alterando todos los horarios: desde  el momento de levantarse, hasta la hora de dormir, pasando por el espacio de alimentación y también el tipo de ejercicios físicos realizados.

 

En Colombia, el 22% de las personas consume gaseosas y refrescos, el 90% consume azúcares diariamente en su alimentación y cereales como arroz, pan, papa, arepa, según el último informe realizado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF. Además, de acuerdo con los resultados, en los niños de 5 a 17 años la obesidad pasó de 14,2 a 18,3% y la obesidad abdominal aumentó10 puntos porcentuales en los últimos cinco años.

 

Frente a este tema Adriana Ruíz, Coordinadora del Programa Equilíbrate de Sodexo opina  que “En los niños, los tres tiempos de comida no siempre son suficientes para satisfacer el apetito y lo más importante, las necesidades nutricionales, sin embargo por el desfase de horario en vacaciones pueden realizar dos o incluso una sola comida al día, o en caso contrario, la misma tranquilidad y relajación ocasiona que los pequeños hagan paradas continuas en la cocina provocando que coman todo el día; incluir pequeños refrigerios puede ayudar a que el antojo no domine en estas vacaciones”.

 

Algunos consejos:

 

· 
Tener refrigerios o snacks saludables: frutas, verduras, quesos frescos, galletas integrales y lácteos.

·  Tratar de mantener los horarios de comida lo más cercano a lo habitual.

·  Tener disponible agua natural para favorecer la hidratación en vez de bebidas azucaradas o refrescos.

·  Compartir con los niños la preparación de los alimentos, haciendo un momento divertido el tiempo en la cocina.

·  Moderar el consumo de dulces o golosinas, sobre todo cuando están frente a la televisión.

·  Disponer de más tiempo para realizar las comidas, ya que no existe la presión por llegar temprano a la escuela.

·  Realizar en medida de lo posible entre 3 a 5 comidas al día.