Por: Constanza Triana*
CARLOS Acosta es sicólogo de la Universidad Nacional de Colombia y Magister en Administración de la Universidad de La Salle. Cuando terminó su pregrado, le dio alas a su sueño de ser empresario. El punto de partida fue un estudio de mercado con el que logró determinar qué necesidades tenía el mercado insatisfechas.
Su conclusión fue que miles de jóvenes bachilleres terminan seleccionando su carrera profesional por los comentarios de algunos amigos, la recomendación de alguien cercano a la familia o porque la universidad elegida fue hasta su colegio y presentó su oferta educativa, lo que se traduce en que la gran mayoría eligió carrera sin estar seguros de la decisión.
Ese panorama fue el que encontró Acosta en 1987. Hoy 28 años después el escenario no ha cambiado mucho, por no decir que ha empeorado, en la medida que a su juicio, cada día la orientación profesional en un buen número de colegios públicos y privados, se dedica a resolver las dificultades de convivencia del día a día, dejando de lado, la posibilidad de ayudar a cada estudiante a descubrir o reiterar sus aptitudes.
CONSTANZA TRIANA: ¿Cuál es el principal problema de la gente al elegir carrera?
CARLOS ACOSTA:La mayoría de los jóvenes no puede ver suficientemente claro su futuro ejerciendo una carrera porque tienen demasiadas preocupaciones sobre el impacto que tendrá equivocarse. Además reciben una serie de comentarios sueltos como “aquello está dando plata” o, lo contrario, “se va a morir de hambre con eso”. Esos datos sin contexto los confunden. Es un grupo poblacional que necesita asesoría e información de calidad.
CT: ¿Qué debería valorar una persona al momento de elegir carrera?
CA:Yo lo explico de una forma muy sencilla. Imagine que tiene el mapa de cualquier ciudad que usted quiera conocer. Si usted planea viajar allá, averiguará información desde su entorno, es decir, cómo llegar hasta allá desde su casa, cuánto tiempo toma, qué caminos existen. Luego pensará en si de verdad es el lugar que quiere visitar y seguramente hablará con su familia, luego con gente que ya fue y hasta de pronto con un local vía celular, todo para determinar qué es lo que le gusta, cómo funciona la vida allá, qué es lo más típico, etc. Lo que termina pasando es que cuantos más datos usted tiene, se hace una mejor imagen de la realidad y eso le permite seguir adelante con la idea de viajar a esa ciudad o de cambiarla por otra.
CT: ¿Alguna recomendación que funcione especialmente bien al elegir carrera?
CA:Sentarse un día y en su celular o en una hoja empiece a listar cuáles son sus debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas. Esa es una buena ruta. Es como decía Socrates, “conócete a ti mismo”.
CT: ¿Y después de eso, cómo sería el plan para elegir carrera?
CA:Nosotros decimos que uno debe tener una estrategia. Unos criterios de selección que pueden comenzar por identificar sus potencialidades, sus intereses, conocer los problemas y las expectativas del medio productivo en donde le gustaría desempeñar la carrera. Luego llegará el momento de penar en por qué una universidad y no otra. Hacemos un cronograma que incluya desde el proceso de investigar los contenidos académicos, convenios y demás; hasta llegar al momento de la entrevista, examen de ingreso, consecución de los recursos. Generalmente eso no existe, porque los estudiantes de bachillerato no saben planear, no se les ha enseñado a proyectar sus ideas en el futuro. Poco se conoce de planeación prospectiva en la secundaria.
CT: ¿Cuál parte de ese plan hacen ustedes desde su compañía?
CA:En Instrumentum tenemos diferentes servicios, desde medición de intereses profesionales hasta medición de aptitudes académicas. De hecho cuando llegamos a colegios trabajamos diferentes modelos.
CT: ¿Cuáles son los principales enemigosque aparecen al momento de tomar la decisión correcta?
CA:La juventud de hoy tiene demasiados actores peleando por sus mentes. El alcohol, las drogas, el gusto extremo por el entretenimiento, los videojuegos, el sofá y la televisión sin contenido, la publicidad del consumo sin límites, el celular, todo eso, ocupa un gran porcentaje de las mentes juveniles.
CT: ¿Cuál es el nivel de satisfacción de las pruebas que ustedes realizan?
CA:En general, el nivel de satisfacción de los usuarios con la prueba es casi del 100%. Recientemente nos hicieron un estudio con una muestra de 750 jóvenes. La conclusión es que 84% está estudiando la carrera que había encontrado con la prueba.
CT: ¿Por qué sus instrumentos de medición son diferentes de otros muchos que gozan de prestigio internacional?
CA:Justamente porque son elaborados por un colombiano, que conoce la realidad colombiana, el contexto nacional, de manera que las preguntas están todas conectadas con nuestro país y eso hace que el joven sienta que de verdad, la orientación está conectada con su entorno. No como ocurre algunas veces que las preguntas están basadas en las realidades de Estados Unidos o Europa y no estoy diciendo que ampliar el panorama sea negativo, pero si estoy diciendo que si uno está confundido y le preguntan su gusto por lugares o situaciones de otro continente y va a estudiar en Colombia, de pronto lo confunden aún más. Esta es una prueba 100% colombiana.
¿Un padre de familia que está leyendo está nota o un joven que quiera hacer las pruebas de intereses y aptitudes cómo los encuentra?
CA:Estamos en http://instrumentum.co/La prueba toma en promedio 45 minutos.
CT: ¿Tiene límite de edad?
CA:No. De hecho hemos tenido personas que ya se han graduado y luego de 10 años de ejercicio quieren identificar sus aptitudes o universitarios de séptimo semestre que están en un momento de indecisión. Es un buen recurso independientemente de la edad.
CT: ¿Qué tanto ha cambiado la preferencia de carrera desde 1987 a 2015?
CA:En 1987 la mayoría de los jóvenes querían estudiar ciencias de la salud,áreas de ingeniería y arquitectura. Hoy la mayoría hablan del emprendimiento y buscan las ciencias administrativas. *Periodista y asesora en comunicación corporativa