De estreno en la pantalla grande | El Nuevo Siglo
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Viernes, 23 de Noviembre de 2018

Drama, literatura, terror. Estos tres géneros aterrizan en la cartelera nacional con La Librería, Todos lo saben y Hell Fest: Juegos diabólicos. Historias diferentes pero que tienen en común famosos actores y reconocidos directores, todos precedidos de varios galardones internacionales.

La primera de estas películas, que llegó a la pantalla grande la semana pasada es “La Librería”, escrita y dirigida por Isabel Coixet, y que es una adaptación de la novela de Penélope Fitzgerald, nominada al  Booker Award.

Protagonizada por Emily Mortimer (La isla siniestra; Hugo; Match Point), el ganador del Globo de Oro, Bill Nighy (El jardinero fiel; Piratas del Caribe; El exótico Hotel Marigold) y la nominada al Oscar, Patricia Clarkson, (Retrato de April; Six Feet Under), esta conmovedora y delicada película habla sobre el valor de la literatura y la importancia de luchar por causas justas.

En un pequeño pueblo inglés, una joven mujer cumple su sueño de abrir la primera librería del lugar, en contra de la resistencia de sus educados pero altaneros vecinos. La decisión, pequeña y grande, cambia por completo el mundo que la rodea.

Penélope y Javier

Una de las más esperadas por los cinéfilos es “Todos lo saben”, del galardonado director Asghar Farhadi, su primer rodaje de una película en español. Se estrenó ayer en el país.

Los protagonistas son los ganadores del Óscar: Penélope Cruz y Javier Bardem. El destacado actor argentino Ricardo Darín cierra el elenco de una producción en español que plasma la incidencia del pasado en la vida de las nuevas generaciones y como los secretos salen a la luz en el momento menos pensado. Todo eso enmarcado en un pueblo de España donde el ambiente festivo y los paisajes resaltan actuaciones memorables que encantaron al público del Festival de Cannes así como de diversos países de mundo.

Todos lo saben narra el viaje de Laura (Penélope Cruz) y sus hijos desde Buenos Aires hasta su pueblo natal en España para asistir a la boda de su hermana Ana (Inma Cuesta). Lo que debía ser una breve visita familiar se verá afectada por un inesperado suceso que cambiará sus vidas para siempre.

Debido a la diferencia de idiomas para el rodaje Farhadi, a pesar de necesitar un traductor para darse a entender en el set, logra transmitir una atmósfera de drama y tensión que lleva al espectador a involucrarse con la historia.  Para realizar el largometraje decidió vivir unos meses en España.

El director es reconocido por mostrar el carácter de los personajes en sus filmes, ahondar en sus sentimientos y ser muy detallista. “Es como si fueran las mismas personas, pero viviendo en una cultura diferente. A mi modo de ver, se acercan mucho a los personajes de mis películas previas”, afirmó durante una entrevista para el canal de televisión TCM.

Un parque diabólico

Cerrando estos días de estreno está Hell Fest, juegos diabólicos,  una película para “poner los pelos de punta”.  Es un filme de terror que conmemora a los films de los años 80 de este mismo género, en los que un asesino enmascarado acosa a jóvenes que están en busca de emociones fuertes. En esta oportunidad, el escenario ideal para esto es un parque de diversiones en donde las victimas creen que todos los atroces acontecimientos forman parte del espectáculo.

Imitando las atracciones del ‘Halloween Horror Nights’, el evento anual realizado en los parque temáticos de los Estudios Universal en los Estados Unidos, el director Gregory Plotkin, conocido por dirigir Actividad paranormal: la dimensión fantasma, quiso recrear una noche en la que el plan de Halloween es acudir a un festival de terror con atracciones que producen descargas de adrenalina, actores que animan la noche fingiendo apuñalar a los visitantes y una barra libre de alcohol.

Aquí hay un parque cargado de iconografía del terror fue la locación ideal para recrear los sustos y sobresaltos necesarios, ya que las atracciones, como trenes fantasma, son las encargadas de generan estremecimiento con la ayuda de colores y música que llevan a que los personajes se pierdan en un confuso laberinto del que posiblemente no puedan salir. Sin mencionar toda la adrenalina producida por el asesino en serie que los está acechando. La combinación perfecta la completa el horror adolescente.