Un cultivo de Arauca que se transformó de manera positiva, luego de vivir por varios años en el dolor, la guerra y la tristeza, donde ahora millones de familias sembraron amor, felicidad y un delicioso cacao que se ha ido expandiendo en todo el mundo.

Colombia se destaca por ser uno de los países más felices del mundo, su cultura, folklor y comida han marcado a millones de personas que han visitado nuestro país y el chocolate no ha sido la excepción. La fundación El Alcaravan y la compañía Lok se unieron en una labor social, para transformar estas tierras volcánicas que por más de cincuenta años sufrieron el conflicto armado, debido a los cultivos ilícitos y aprovecharon estas riquezas en la transformación del cacao en chocolate.

 —Lo más importante de la labor social que estamos haciendo es que en Arauca tanto ex guerrilleros, como ex paramilitares y ex cultivadores de coca, hemos empezado a trabajar para cambiar ese estereotipo de la región y poderle dar trabajo a las personas que quieren cambiar su futuro en un trabajo conjunto con la fundación Alcaraván — afirma Alberto Henao, Gerente de LÖK Foods.

El taller en donde se da la creación de este producto único está en Arauca. Allí las personas que trabajan diariamente para ofrecer una nueva experiencia en chocolatería, transforman el pequeño grano de cacao en Alianza, pasando por unos delicados procesos de selección.

Los cuatro procesos: fermentación, secado, tostión y el concheo; son desarrollados a la perfección para que el aroma y el sabor del chocolate de Alianza, conserve las propiedades de los cacaos finos de aroma de Arauca.

Alianza, barra de chocolate con origen social, maneja dos tipos de presentación: Alianza 78% y Alianza 56% de contenido de cacao.  La primera contiene un sabor muy pronunciado a cacao, tonos florales y dulces, y cuya textura es suave y cremosa.

La segunda presentación, Alianza 56% es para quienes quieren disfrutar del sabor del chocolate de una forma más sutil, con las mejores notas del sabor de un chocolate de leche y caña de azúcar, evocando los sabores a panela y a caramelo, pero con toda la personalidad del cacao colombiano. Su textura es cremosa y acompaña perfectamente los tonos lácteos, creando un mundo de sensaciones increíbles.

La materia prima que se utiliza es comprada directamente a los cacaocultores y agremiaciones araucanas, en aras de generar  ingresos y mejorar la calidad de vida de los productores de la región.  — La alianza lo que busca es incentivar a los campesinos a la siembra cociente del cacao premium y la compra justa de sus productos, esto les permite dejar la ilegalidad y poder gozar de una vida sana, produciendo uno de los mejores productos del mundo. Pagar a precio justo los cultivos para que no siembren otras cosas y cambiemos la coca por cacao— aseguró Alberto Henao, Gerente de LÖK Foods.

Cabe destacar que en estos años la fundación ha apoyado a más de 1.300 cacaocultores en asistencia técnica y empresarial para el mejoramiento de su actividad, así como la siembra de más de 1.200 hectáreas de cacao, la renovación de alrededor de 500 hectáreas de cultivo con clones de alto rendimiento y educación técnica para el manejo integral del cultivo de cacao con el objetivo de fortalecer las vocaciones agrícolas de la región.

La idea es transformar el cacao y convertirlo en chocolate con los altos estándares de calidad y dejar de vender el cacao como una materia prima para países extranjeros.