LLEVAR EL poder transformador de la música a niños, adolescentes y jóvenes del país, que se encuentran en condición de vulnerabilidad social o que han sido víctimas del conflicto armado, así como garantizar la continuidad de su formación artística en casa, es lo que ofrece “Donar es una nota”, una campaña en la que se busca entregar cerca de 18.000 flautas dulces soprano a 87 municipios colombianos.

La iniciativa del Ministerio de Cultura, en alianza con la Fundación Nacional Batuta, la Fundación Siemens y Yamaha Musical tiene como meta recolectar aproximadamente $270 millones para realizar esta donación.

La campaña, que realizó su lanzamiento esta semana, se desarrollará bajo dos enfoques principales: alianzas con entidades y actores estratégicos, además de donaciones en línea a través de las plataformas web de las entidades asociadas.

Por medio de esta estrategia, que surgió en el marco de la implementación del programa de formación virtual, radial y remota de la Fundación Nacional Batuta, se ha propuesto superar las barreras de distancia, a la vez de la conectividad que supone el contexto actual con el fin de ofrecer a los hogares una alternativa que mitigue los efectos socio-emocionales que ha generado la coyuntura actual para generar diferentes espacios de  bienestar, diversión,  educación  y conexión emocional en familia, alrededor del mundo de la música.

Por su parte y gracias a la creación del Banco de instrumentos musicales de la Fundación Siemens, creado en 2019 junto con la Fundación Nacional Batuta (que tiene el objetivo de lograr que los jóvenes en condición de vulnerabilidad cuenten con los instrumentos para poder avanzar en su formación musical), dadas las circunstancias  actuales, la Fundación  ha decidido sumarse  a  la  campaña “Donar es  una  nota”, al contribuir con la entrega de una flauta adicional por cada donación registrada.

A su vez, la campaña está orientada al éxito del programa “Música para la reconciliación” que desarrolla la Fundación Nacional Batuta, financiado anualmente por el Ministerio de Cultura, para el beneficio de 18.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes que han sido víctimas del conflicto armado o que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad, mediante un programa de formación musical y acompañamiento psicosocial.

Esta apuesta representa una oportunidad para que los hogares puedan disfrutar la música como un derecho, así como un medio que les permite compartir y recrear escenarios diferentes a la realidad actual, tras el cierre temporal y obligatorio de los centros musicales de la Fundación Nacional Batuta, que operan de manera presencial en el territorio nacional.

Sin duda, el aporte de cada organización y persona que quiera sumarse a esta iniciativa será fundamental para transformar vidas y contribuir a que nuestros beneficiarios y sus fa- miliares cuenten con este instrumento musical en casa, continúen fortaleciendo sus habilidades creativas por medio de la música y sean partícipes del plan de formación a distancia que hemos diseñado para ellos.