LA ALIMENTACIÓN es un tema que preocupa cada vez más a la sociedad por su relación con la prevención de enfermedades y por el culto a la belleza. Muchas personas suspenden el consumo de dulces para adelgazar, situación que podría hacerle ganar kilos.

Muchos de estos mitos no se basan en conocimientos científicos actuales si no que están propiciados por intereses comerciales y económicos o por creencias populares. “La fuente energética con la que cuentan los seres humanos es la glucosa, el azúcar más simple que se puede conseguir en la naturaleza. Los dulces están constituidos de azúcar doble, por tal motivo son fácilmente digeribles”, asegura Orlando Correa, jefe de investigaciones de Americandy.

Estudios realizados en el mundo concluyen que la principal función de los dulces en el organismo humano es el de proporcionar la energía que se necesita para el funcionamiento de los diferentes miembros del cuerpo, como el cerebro y los músculos. Solo el cerebro es responsable del 20% del consumo de energía procedente de la glucosa, aunque también es necesaria como fuente de energética para todos los tejidos del organismo.  

Equilibradamente

Así mismo, precisa que si una persona no consume dulce, buscará esta fuente de energía en otros alimentos que sí generan efectos secundarios como la obesidad. “De hecho el cuerpo siempre estará atento en absorber alimentos que suplan el gasto energético del organismo, si no se aportan los niveles adecuados de glucosa, el cuerpo generará ansiedad  e incrementará el consumo de otros alimentos”, añade Correa.

Según el experto, diversos estudios han revelado que se puede mantener el peso corporal disminuyendo el consumo de grasas y aumentando la de carbohidratos simples como los dulces, ya que el problema del exceso de peso se relaciona en muchas ocasiones, con un excesivo aporte de grasas. “Los dulces no engordan si son consumidos en forma equilibrada, todo alimento consumido en exceso puede producir obesidad, también es necesario acompañarlo de actividad física. Como recomendación no se debe suspender los dulces de forma abrupta”.

“Lo importante es hacer un balance apropiado del consumo de  los diferentes nutrientes y alimentos que tenemos disponibles, esto acompañado de actividad física responsable para aportar energía y fortalecer los músculos”, precisó  el especialista.

Recomendaciones

En lo que se centra este tipo de dieta por así llamarla es en no renunciar a los antojitos azucarados, siempre y cuando se controle su ingesta y porción, cuidando sobre todo las comidas principales o de peso. Carne, pescado a la plancha o al horno, verduras, ayudarán a equilibrar los carbohidratos y las calorías.

Los horarios conforman otro punto esencial para el éxito de una sana alimentación, aún más cuando se trata de perder peso. Un bocadillo dulce por la mañana y otro después de comer garantiza una buena sensación de saciedad durante todo el día y mantiene a distancia la tentación de picar entre horas.

Por último, las cenas tienen que ser ligeras, como las sopas. Es importante no comer muy tarde, mejor antes de las 8 de la noche. De esta manera evita cargar al cuerpo con demasiada grasa y calorías antes de dormir.