SIN DUDA nuestras experiencias y a lo que estamos expuestos en las primeras etapas de vida pueden tener una fuerte influencia en el desarrollo de nuestras personalidades pero existen factores que no dependen de nosotros. De acuerdo con un estudio que investigó cómo el clima afecta el estado de ánimo y la personalidad, la temperatura promedio de cada ciudad podría ser un referente en términos de si eres más introvertida o extrovertida.
La investigación, realizada por la revista Nature, se centró en los rasgos conductuales de más de 1,5 millones de personas que viven en Estados Unidos y China, teniendo en cuenta cómo sus personalidades se alinean con la temperatura promedio de su ciudad natal.
A partir de estas observaciones, se concluyó que aquellos que crecieron en ambientes demasiado calientes o muy fríos eran más propensos a identificarse como introvertidos, mientras que aquellos que vivían en áreas donde la temperatura promedio alcanzaba una temperatura de 22 grados centígrados eran más extrovertidos.
El clima puede afectar no solo cómo te sientes a diario, sino también tu salud mental en general. Por ejemplo, la Clínica Mayo define el trastorno afectivo estacional (TAE) como un "tipo de depresión relacionada con el cambio de las estaciones". Los que sufren de TAE generalmente muestran síntomas como falta de energía y una pérdida de interés en las actividades sociales al inicio de invierno, y tienden a sentirse mejor una vez que llaga la primavera.
Los signos y síntomas del trastorno afectivo estacional pueden comprender:
- Sentirse deprimido gran parte del día, casi todos los días
- Perder el interés en actividades que alguna vez disfrutó
- Tener poca energía
- Tener dificultades para conciliar el sueño
- Sufrir cambios en su peso o apetito
- Sentirse perezoso o inquieto
- Tener dificultad para concentrarse
- Sentirse desesperanzado, inútil o tener sentimientos de culpa
- Tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Factores de riesgo
El trastorno afectivo estacional se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Además, este trastorno es más frecuente en adultos jóvenes que en adultos mayores.
Algunos factores que pueden aumentar los riesgos de padecer trastorno afectivo estacional son:
Antecedentes familiares. Las personas con trastorno afectivo estacional tienen más probabilidades de tener familiares consanguíneos con este trastorno u otra forma de depresión.
Tener depresión mayor o trastorno bipolar. Si tienes alguno de estos trastornos, los síntomas de la depresión pueden empeorar según el clima.
Vives lejos del Ecuador. El trastorno afectivo estacional parecer ser más frecuente entre personas que viven bien al norte o al sur del Ecuador. Esto puede deberse a una menor cantidad de luz solar y porque los días durante los meses de verano son más largos.
Para la mayoría de nosotros, las temperaturas cálidas mejoran nuestro estado de ánimo, lo que puede deberse a que el calor tiene un efecto antidepresivo. Christopher Lowry, profesor asociado de fisiología integrativa y miembro del Centro de Neurociencia de la Universidad de Colorado en Boulder, dijo que la "fiebre de primavera" se observa cuando nuestra piel se calienta y se activa una estimulación placentera en nuestro cerebro. En otras palabras, cuanto mejores sean las condiciones climáticas, mejor nos sentiremos mental y físicamente.
Si bien el clima afecta el estado de ánimo y cómo disfrutamos de nuestro tiempo libre, las personas cambian según su entorno. No porque alguien haya crecido en Alaska pasando la mayoría de tus días a temperaturas muy bajas, significa que no puedas mudarse a Los Ángeles y ser más activo en otro clima.
Mudarse a un lugar soleado no es la clave para ser feliz, pero si podría ayudar con el estado de ánimo. Si el clima de tu ciudad actual es muy frío, elige unas vacaciones en una ciudad soleada así tu entorno variará constantemente.